SALTA (Redacción) – El problema de jactarse anticasta aparece cuando terminas transando con lo peor de la casta política argentina. Y en Salta nadie va a negar que Alfredo Olmedo no forma parte de la política tradicional, con todas sus mañas y estrategias. Para colmo viene generar un papelón en el ParlaSur al comportarse como un patrón de estancia más.
Hay que tener en cuenta que el salteño ocupa la presidencia temporalmente de ParlaSur. Pero ese lugar hoy está en peligro porque logró unificar a los peronistas, radicales, al PRO y hasta a la izquierda para lograr la expulsión de Olmedo tras su comportamiento patotero en el organismo regional.
Días atrás el periódico nacional Diario Financiero hizo una nota especial sobre el político y empresario salteño. «Fue comidilla en Sudamérica el show del salteño Alfredo Olmedo en la cumbre del Parlasur que se llevó a cabo en Montevideo«. Además, «logró un hecho del que pocos pueden jactarse en la política argentina: unir a peronistas, radicales, al PRO, a la izquierda, provincialismos y algunos libertarios que firmaron la carta para eyectarlo del sillón» presidencial.
Sin embargo, con toda su viveza criolla y los años de experiencia, que lo catapulta como casta, logró que sus opositores alcancen el objetivo propuesto. «La delegación argentina llegó a la capital uruguaya con la intención de avanzar en esa iniciativa… pero Olmedo preparó una estrategia defensiva que algún legislador del Parlasur catalagó de “bilardista”.
Viveza criolla
«Es que el salteño hizo tiempo, como en el fútbol, con una táctica que dejó a todos atónitos, pero que al fin y al cabo le dio resultados: se mantuvo en el cargo. La premisa fue alargar los tiempos hasta que se tuvieran que retirar las delegaciones para tomar el vuelo de regreso a sus países y así hacer caer el quórum», explican desde Cuarto Salta.
La primera acción que ejecutó fue a través de los patovicas que ralentizaron el ingreso de los parlamentarios. Imagínense el nivel de soberbia y rechazo que genera Olmedo que hasta Celso Russomanno, que responde a Jair Bolsonaro; lo tildo de «antidemocrático». «El segundo paso de la comedia se dio en el recinto, donde el salteño ordenó apagar los micrófonos», revelaron.
Pero todo esto no es nada comparado con la estrategia final. Cuando los parlamentarios uruguayos pidieron un cuarto intermedio, los legisladores fueron agasajados por los mozos del Parlasur que ofrecieron diferentes tipos de comida para terminar de distraerlo hasta que finalmente todos se fueron, la sesión se levantó y Olmedo retuvo su presidencia.
