La noche de UFC Fight Night 199 tuvo uno de esos finales inolvidables gracias al nocaut realizado por Derrick Lewis a Chris Daukaus en el primer round. El peso pesado demostró su superioridad dentro del octágono y, con paciencia, a los tres minutos y medio del primer asalto consiguió su objetivo para redimirse de la última derrota frente a Ciryl Gane.
En agosto las ilusiones de Lewis se evaporaban cuando, luego de una gran racha de victorias consecutivas dentro de UFC, el luchador perdió su oportunidad al título frente al francés Gane -que se medirá en febrero con el campeón Francis Ngannou-. Pero la capacidad de reponerse que tiene Lewis lo llevó a conseguir otro nocaut para su récord.
El enfrentamiento empezó con Daukaus tomando la iniciativa en el golpeo inicial y proponiendo de forma interesante una pelea de pie, la cual Lewis aceptó, primero al defenderse exitosamente, luego intentando unas combinaciones para llegar al momento cúlmine poco antes de que se termine el primer round, cuando el luchador oriundo de Nueva Orleans, tras una ráfaga de golpes conectada a su rival, sacó un derechazo que durmió al séptimo del ranking.
Así, desde el inicio se anticipaba una pelea en el que el punto clave estaría en la potencia de los puños de los competidores, que entre ambos sumaban 31 nocauts como profesionales, pero la experiencia y la habilidad de Lewis lograron que se imponga ante su rival y finalice el encuentro por esa misma vía. El luchador cerró el año con una marca de 2-1 a favor.
Por el lado de Daukaus, si bien esperaba un difícil combate, la rapidez de su rival para finalizar la contienda tomó al peleador de Filadelfia por sorpresa, y este tuvo que ver como su invicto se esfumaba en los puños de “The Black Beast“. La historia avala a Lewis y lo hizo una vez más durante la noche de ayer, con la que cerró el año de la mejor manera y se encuentra a la espera de lo que pasará entre Gane y Ngannou.