En el día de hoy y a través de sus redes sociales, la UFC declaró a los ganadores de los premios a las mejores performances de la noche. El premio que reconoce a la pelea de la noche fue entregado al main event de la jornada protagonizado por Giga Chikadze y Calvin Kattar.
A muy pocos sorprendió la decisión de premiar al evento central, ya que desde el primer round pudimos observar una contienda de gran intensidad entre los dos guerreros que integran la división peso mosca, al final del encuentro la victoria se la llevo Calvin Kattar.
La victoria del actual número cinco del ranking de contendientes al titulo mosca portado por Volkanovski, le permite recuperarse de su anterior caída ante Max Holloway. Además, se debe destacar que luego de la derrota ante Holloway, Kattar estuvo más de un año inactivo.
Por su parte Giga Chikadze perdió la posibilidad de sumar la victoria número diez de manera consecutiva, y aun más importante, de acercarse a una posible lucha titular ante el campeón de la categoría. En el futuro cercano, un duelo ante “The Korean Zombie” parece lo más próximo para Giga.
Los que al igual que Kattar y Chikadze fueron premiados por su participación en Vegas 46, fueron Viacheslav Borshchev y Jake Collier, que además de lograr las dos primeras finalizaciones del año, compartieron el premio a la mejor performance de la noche.
El ruso Borshchev fue el encargado de brindar la primera finalización del año vía TKO, esto gracias a un poderoso y certero gancho al hígado de Dakota Bush. Bush apenas recibió el impacto cayo tendido a la lona, dejando al arbitro sin más opción que frenar el combate.
Lo que hace aún más impresionante el desempeño de Borshchev es que la pelea ante Dakota Bush se trato de su debut en los octágonos de UFC. Sin duda alguna Viacheslav causo un gran impacto en la división peso ligero y seguramente esperara su siguiente oportunidad para seguir trepando peldaños.
La otra performance de la noche fue para Jake Collier. Collier logró la segunda finalización del año y la primera vía sumisión. La victima de Collier fue Chase Sherman, quien no tuvo más remedio que rendirse ante el poderoso candado al cuello que Collier le estaba propiciando al ras de la lona.
