Ayer, la justicia federal avanzó con la imputación pena de Juan Berruezo y Jonatan Garzón, los dos detenidos por la plantación de marihuana descubierta el fin de semana pasado en una finca ubicada en La Caldera, muy cerca del límite con Jujuy.
Berruezo, según los trascendidos, se definió ante la jueza federal 2 Mariela Giménez como agricultor, mientras que Garzón sostuvo que era empleado del primero en la finca allanada, donde realizaba tareas como cuidador de la plantación.
La propiedad es conocida como finca Chalchanio y está registrada con la matrícula N°16, en el departamento de La Caldera. Sus dueños son una pareja de hermanos, uno de ellos padre del agricultor detenido, quien ejercía la titularidad de la finca.
Nacido en Jujuy, Berruezo, conocido como tabacalero en esa provincia, decidió reconvertirse y para ello, apostó una importante suma de dinero al cultivo de marihuana, aunque no con la intención de su gobernador Gerardo Morales, quien logró legalizar la producción de la misma planta, pero para obtener de la misma aceite medicinal.
Impulsado por el espíritu emprendedor de su gobernador, Berruezo apostó también a la marihuana, aunque no para contribuir a la medicina, pues en su finca nada se halló que hiciera presumir esa variedad. Por el contrario, todo lo secuestrado era compatible con la producción para la comercialización clandestina.
Valor en el mercado
Según fuentes de Gendarmería Nacional, el kilo de marihuana, en su destino final, que podría ser Buenos Aires o Chile, está valuado en una suma que oscila los 120 mil pesos por kilo, aunque en Salta ese precio podría ser menor.
De cada planta, en tanto, se estima una producción de medio kilo, si es que su cultivo se realiza en el exterior, al aire libre, como en este caso. El cultivo bajo techo, en cambio, reduce los resultados considerablemente, pues que las especie exige un clima tropical, mucho sol y agua.

Con este parámetro, de medio kilo por planta, y dado que en la finca se hallaron 2.515 ejemplares, los investigadores estimaron que la plantación en tierra podría haber dejado, a los dos acusados, una producción de 1.257 kilos.
Esta cantidad, puesta en el mercado, habría dejado ganancias de más de 100 millones de pesos, una suma que se podría haber triplicado en el tiempo, pues en la finca se hallaron también más de 7.500 plantines listos para pasar a la tierra.
Teniendo en cuentas estos números, el procedimiento llevado adelante por la Procuraduría de Narcocriminalidad del NOA, sin dudas, significó un duro golpe al narcotráfico, pues se desbarató una importante producción de esta droga, cuya comercialización data, al menos, de mediados del año pasado.
Este dato, cabe señalar, surge también de la imputación penal que ayer el fiscal general Eduardo Villalba y la auxiliar Mariana Gamba Cremaschi, llevaron adelante, instancias en la que revelaron que la investigación se inició en julio del 2021, tras la denuncia de un ganadero de la zona.
Delatados
El denunciante sostuvo que mientras recorría los alrededores de la finca de Berruezo, de 18 hectáreas, en busca de sus animales, es que advirtió desde su caballo el cultivo de marihuana, pero fue echado del lugar por los cuidadores de la propiedad.
Ni lerdo ni perezoso, el ganadero se presentó en el Escuadrón 53 Jujuy, de Gendarmería Nacional, donde radicó la denuncia. Lo que siguió, fueron tareas de campo y de inteligencias, las que permitieron identificar a los acusados.

Ambos, según dijeron en la acusación, se presentaban a diario en la finca para cuidar y trabajar en la plantación, la cual levantaron en una ladera, en un sector camuflado con otros arbustos y arboles pequeños, propios de esa región.
Tampoco se demoró mucho en conocer los domicilios particulares de ambos detenidos, en la ciudad jujeña de Monterrico, donde se realizaron otros dos allanamientos, instancias en que se incautó una suma de más de un millón de pesos.
Ese dinero, agregaron las fuentes, podría tratarse de las ganancias que los imputados ya percibieron por poner en circulación la droga, prueba de ellos son los tres ladrillos de marihuana que fueron hallados en un recipiente en el predio de la finca.
Otra de las pruebas que permitieron confirmar esta hipótesis son los elementos de fraccionamiento hallados: picadora, balanzas digitales y prensas, herramientas que son utilizadas para compactar la droga en bloques.
Asimismo, y dada la magnitud de tareas operativas en la finca, todo hace presumir que los dos acusados no eran los únicos implicados en la siembra y cultivo de marihuana, por lo que no se descarta nuevas detenciones por este caso que ya alcanzó trascendencia nacional.