ESTADOS UNIDOS.- El 7 de abril del 2018, la empresa se preparaba para llevar adelante el evento de pago por ver UFC 223. En uno de los hechos más controversiales de la historia, Conor McGregor apareció en la arena y atacó un autobús que transportaba algunos luchadores. Precisamente, el excampeón mundial le lanzó una carretilla al bus.
Originalmente, el blanco del ataque del irlandés se trataba de Khabib Nurmagomedov, quien peleaba esa noche. Lamentablemente, el más perjudicado resultó ser Michael Chiesa. Chiesa sufrió una serie de cortes que lo obligaron a abandonar la lucha que tenía programada contra Anthony Pettis en la cartelera principal del show.
Ante lo sucedido, en el 2018 los abogados de Chiesa iniciaron una demanda contra Conor McGregor. Luego de que el irlandés aceptase un acuerdo de culpabilidad, la situación penal se quitó del plano. Aun así, los abogados de Chiesa y McGregor siguieron batallando cuatro años más en un tribunal civil para poder llegar a un acuerdo.
Finalmente, el día de hoy, los abogados de las partes pudieron llegar a un acuerdo. Ambas representaciones legales firmaron una estipulación de desistimiento con perjuicio, lo que significa que acordaron no continuar con la demanda. Además, el documento estipula que esta misma demanda no podrá volver a ser presentada más tarde.
Los detalles del acuerdo se desconocen debido a que ningún equipo de abogados ha dado detalles al respecto. La única persona que se manifestó al respecto es la representante de McGregor, Karen Kessler, quien solamente ratificó que el asunto se resolvió y que ahora se encuentra totalmente cerrado.
El excampeón mundial se encuentra en plena recuperación para volver a la acción luego de la lesión en su última pelea contra Dustin Poirier. Por su parte, Michael Chiesa no tiene una próxima presentación confirmada, pero el integrante del peso welter es una cara habitual en las mesas de comentarios y de análisis de los eventos de la UFC.
