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Policiales

Después de cuatro años, juzgan al ex diputado Singh por comandar un violento asalto

Desde este martes, el exlegislador de Rosario de la Frontera -destituido por el robo cometido junto a otros 5 cómplices- será juzgado luego de la justicia finalmente resolviera numerosos planteos, recursos que pusieron en dudas el debate.

Kuldeep Singh
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La Sala II del Tribunal de Juicio informó oficialmente el inicio del juicio que se seguirá en contra del ex diputado provincia Kuldeep Singh, cabecilla de uno asalto comando perpetrado el 28 de octubre de 2018, en las instalaciones de una empresa envasadora y exportadora de granos, radicada en la ciudad de General Güemes.

El debate comenzará este martes, bajo la dirección del juez Ángel Longarte, quien deberá resolver, una vez que se expongas todas las pruebas, si el ex diputado es o no culpable de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y robo doblemente calificado, por el uso de arma de fuego y por ser cometido en poblado y en banda.

Junto a Singh también serán juzgados Claudio Federico Romano, Cristian Ariel Romano y Marcelo Daniel Medina, mientras que Ariel Fernando Arias, Juan Daniel Luján y Víctor Uncos, deberán responder por el robo doblemente calificado, en este caso, en perjuicio del sereno de la empresa.

Para este caso, el Ministerio Público designó como fiscal a Pablo Rivero. La defensa de los imputados, en tanto, estará a cargo de Enzo Cuéllar (por Singh, Luján, Medina y Uncos), Víctor Quinteros (por los hermanos Romano). Por la parte querellante actuarán los abogados Agustín Pinto y Hugo Alejandro Pinto.

De acuerdo al contenido del requerimiento de juicio, el exdiputado y sus amigos participaron en el robo comando a la empresa Nutribras SA, emplazada en el Parque Industrial de General Güemes, lugar de donde huyeron con dos camiones cargados con maquinarias, herramientas y otros bienes que se llevaron a punta de pistola.

El robo, que demandó una logística pocas veces vistas en materia delictiva, no tardó en ser esclarecido, pues la firma poseía varias cámaras de video, en las que todo el accionar de Singh y sus cómplices quedó registrado, imágenes que tampoco demoraron en hacerse públicas.

Con el escándalo, la situación del entonces legislador rosarino se complicó al punto tal que el 27 de noviembre de ese año, casi al mes de cometido el asalto, la Cámara de Diputados de la Provincia votó, de manera unánime, el desafuero del diputado acusado, quien ese mismo día, al caer la noche, terminó preso en la Alcaidía de la ciudad judicial.

Lo que siguieron fueron un rosario de planteos legales, algunos más chicanas que recursos. Lo cierto es que, de la mano de dichos incidentes, el ex legislador alcanzó primero la libertad provisoria y el sobreseimiento del delito más graves, aunque no le duró mucho, pues ese fallo fue revocado.

Más tarde, intento llegar a un acuerdo de juicio abreviado, pero tampoco tuvo éxito, no obstante, interpuso una apelación, con la cual sólo dilató la realización del juez, en busca de que algún magistrado pusiera su causa penal a “dormir el sueño de los justos”, lo que finalmente no sucedió, pues ahora deberá enfrentar un juicio oral y público.

Coartada 

La estrategia defensiva del empresario, la cual seguramente será nuevamente sostenida en el debate, giró en torno a que el robo, en realidad, fue consecuencia de una deuda que la empresa damnificada mantenía con él, restándole importancia al asalto.

Singh siempre sostuvo que fue al establecimiento para retirar las maquinarias y demás bienes por un monto de 1.400.000 pesos que la firma le debía por cheques sin fondos librados. “Nadie puede pensar que en un lugar donde hay cámaras de seguridad, yo haya ido con mi camión, identificado con el nombre de mi empresa, a cometer un asalto”, señaló.

“Por lo general me pagan con cheques y muchos de esos cheques eran de Nutribras”, indicó y agregó que por falta de fondos todos esos documentos fueron rebotados en los bancos. “Al enterarme de que la empresa estaba en proceso de quiebra hablé con un empleado para ver la forma de cobrar la deuda”, subrayó, a lo que agregó que un intermediario de la firma le ofreció entregarle bienes y por ese motivo se presentó en la empresa.

Este argumento, por supuesto, nunca tuvo coherencia y mucho menos fue tenido como creíble por la justicia, la que decidió finalmente en su contra, aunque se espera que en el debate surjan nuevos entretelones de la supuesta deuda y otros tratos comerciales.