BUENOS AIRES-. El domingo se enfrentaron en la eliminación Romina, Julieta, Camila y Marcos. Tras un mano a mano con la ex diputada, la pianista tuvo que dejar la casa de Gran Hermano por el 60% de los votos del público. Al día siguiente, la joven se presentó en El Debate, conducido por Santiago del Moro, para analizar su paso por el reality.
Al entrar al estudio, Camila se reencontró con Alfa, con quien compartió un gran abrazo a pedido de Santiago del Moro. “Yo siempre pienso que todo pasa por algo, realmente. Cada uno tiene su destino y este es mi destino. Por algo es que salí. Cuando quedo mano a mano, me rindo. Si tiene que pasar, va a pasar. Trato de ver el lado positivo a todo”, dijo la joven sobre su eliminación, a un paso de la final.
En cuanto a su vínculo con Marcos, Camila negó haberse enamorado del salteño. “Él me parecía súper lindo y al estar solamente entre esas personas, es como que te gusta más. De Marcos me gustaba que sea muy tranquilo, me atrae lo tranquilo, me gustaba que se ponga alpargatas… Eso me llamaba la atención”, explicó la panista antes de afirmar que a Alfa no lo ve de esa manera.
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Sobre su relación con el resto de la casa, Camila admitió que le costó vincularse. “La estaba pasando muy mal, me quería ir. Sentí que era todo feo. La pasé mal, me costó mucho integrarme, yo no estaba lista para eso… Esperen un segundo que me tengo que controlar”, expresó la pianista antes de quebrar en llanto. “Quizás no estaba preparada para entrar a la casa. Y me apagué”, señaló entre lágrimas.
“Cuando llegué a la casa, quise integrarme con todos, yo quería sentir lo que era ser ‘hermanitos’. Y mismo por eso cuando llegué, pregunté cómo se llamaban. Porque yo quería escucharlos a ellos, no lo que escuché en la tele. Me llevaba bien con todas y con algunas quisiera juntarme cuando estén afuera de la casa”, reflexionó Camila, antes de ser opacada por el reencuentro de Romina con sus hijas.