BUENOS AIRES-. El pasado jueves, después de pasar cinco meses aislado en la casa de Gran Hermano, Marcos se reencontró con su padre. Aunque él esperaba ver a su hermano José, debido a su beca de estudios en Estados Unidos, no pudo estar presente. Si bien le dejó un saludo, una sorpresa aún más grande esperaba por el salteño el domingo.
“Te debo algo porque el otro día quedó pendiente”, le dijo Santiago del Moro a Marcos durante la gala de eliminación del domingo. Por convertirse en el primer finalista de Gran Hermano tras ganar la prueba de líder, la producción le entregó al salteño un gran reconocimiento. Aunque este chequeó el box de intercambio, el conductor advirtió: “Por ahí lo que te debíamos no entraba”.
Rápidamente, Marcos se dirigió al SUM. Al ver a su hermano, el joven rompió en llanto y ambos se fundieron en un interminable abrazo. “No lo puedo creer, ¿cómo puede ser?”, preguntó el salteño con lágrimas en los ojos, a lo que José respondió: “No sé, caí del avió ayer. Perdón que no pude estar el jueves”. Entonces, explicó: “un quilombo logístico con la universidad, que no entendía nada. Un quilombo logístico de trámites que tuve que ver”.
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Desde el estudio, el padre de los muchachos, miraba atentamente, también emocionado. “El jueves, papá me dijo que era imposible porque estabas con la beca”, reclamó Marcos todavía conmocionado, a lo que su hermano José respondió: “Conseguí la autorización. Estoy tratando de que me dejen quedarme hasta la final. Lo que sea por verte”.
Luego de pedirle a José que no descuida sus planes por él, Marcos le dijo emocionado: “Vos me tenés orgulloso”. “No, vos me tenés orgulloso por lo bueno que sos”, respondió su hermano. Al haber hecho una excepción por el salteño, la producción no le permitió al invitado quedarse tanto tiempo como sí tuvieron los familiares la semana pasada.
