SALTA – El revuelo por el ataque a tiros por parte de un cliente a mozos de un bar ubicado en el Paseo Güemes, se impuso por encima de las repercusiones del resultado de las elecciones del domingo. Y, a decir verdad, el incidente sorprendió a todos, ya que nunca antes los salteños vivieron un hecho de semejante naturaleza.
Más allá de que las redes sociales fungen como un potenciador, lo cierto es que las imágenes difundidas (tomadas por una joven desde un bar ubicado al frente), son tan crudas que fácilmente se pueden comparar con atentados que, muchas veces, se suelen ver a través de la TV.
Esta vez, sin embargo, más de un centenar de jóvenes salteños lo vivieron en vivo, incluso muchos de ellos, terminaron aterrados por el estallido de los disparos, una escena que paso de la televisión internacional a un escenario local que, los fines de semana, alberga a numerosos jóvenes que salen a copar bares y restaurantes de ese corredor, ubicado entre la avenida Bicentenario, a los pies de monumento al General Güemes.
Según lo revelado por testigos, algunos directos y otros que vieron de refilón, todo comenzó, cuando un joven, al que luego llamaron Matías P. llegó al bar “Temple”, en donde solicitó que le sirvan algunos tragos, pero los mozos, al ver el avanzado estado de ebriedad que tenía, trataron de hacerlo desistir.
Lejos de entender que ya estaba demasiado pasado de copas, el cliente se ofusco tanto que comenzó a amenazar a los empleados, quienes se mantuvieron firmes en negarle el consumo de bebidas alcohólicas, por lo que el agresor se retiró del local embravecido.
“Antes de subirse a la moto se cayó varias veces y dijo: ahora vas a ver hijos de p…. Nos amenazó”, relató uno de los mozos, quien lo vio marcharse sin imaginarse que a los pocos minutos estaría de vuelta. “Volvió, sacó el arma, apuntó a la barra e hizo tres disparos”, sostuvo el mismo empleado.
Minutos de terror
“Un cliente vino a consumir de mala manera, le negamos la atención porque estaba muy ebrio, y se puso agresivo. Estaba muy ebrio”, reveló otro trabajador del bar. Al ver que el sujeto sacó un arma, varios de los empleados se escondieron, mientras que numerosos clientes salieron despavoridos del lugar, mientras en el local retumbaban los tres tiros efectuados por el belicoso cliente. “Seguramente no apuntó bien porque estaba muy ebrio”, dijo otro testigo.
En el video difundido, se ve al agresor correr desde el bar hasta un automóvil VW Bora, color negro, que estaba estacionado a unos metros del bar. Enseguida, el sujeto enciende el rodado e intenta salir a toda velocidad, pero no lo pudo hacer, al parecer, porque maniobró mal.
Luego de unos segundos, el auto sale a todo dar, mientras los presentes corrían en todas direcciones. Gracias a Dios, no hubo heridos, aunque los minutos vividos fueron de pánico, lo que se completó luego con la aparición en el lugar de varios móviles policiales.
Iniciada la búsqueda del agresor, la policía revisó las cámaras de video de la zona y pudo identificar el vehículo, el que luego fue hallado abandonado en la avenida Entre Ríos, entre Vicente López y la Bicentenario, por supuesto, sin ningún ocupante.
Las tareas para identificar al sujeto se extendieron hasta caer la tarde, cuando la policía, a partir de la recolección de imágenes, pudo identificarlo, como así también a una mujer que habría intervenido para encubrirlo, según surgen del pedido realizado anoche por el fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio, quien solicitó al juzgado interviniente la detención, tanto del tal Matías como de la mujer que lo habría encubierto.