CÓRDOBA.- Este martes, Guido Pella no vivió un día más. Después de un tiempo alejado de las pistas, finalmente el tenista argentino regresó al circuito para presentar en el polvo de ladrillo del ATP 250 de Córdoba. Con su pareja Stephanie Demner y su hija Arianna, el bahiense sacó adelante el encuentro frente al italiano Andrea Vavassori y avanzó a la segunda ronda del certamen.
Las lesiones, el coronavirus y la falta de motivación parecen haber quedado atrás en la vida de Pella, quien ahora afronta su carrera como padre. Con otra mirada distinta, el campeón de la Copa Davis 2016 volvió a la actividad después de su paso fugaz por el Australian Open y lo hizo con una sólida presentación ante Vavassori, actual 221° del ranking ATP.
Después de sellar su triunfo durante las primeras horas de la madrugada, Guido se citó con el ganador del cruce entre el cordobés Pedro Cachín y el boliviano Hugo Dellien. A su vez, el 1018° del mundo logró su primera victoria en casi un año y medio tras lo hecho en octubre de 2021 en el Masters 1000 de Indian Wells cuando superó al surcoreano Sonwoo Kwon en tres sets.
La emoción de Guido Pella
Tras esto, Pella festejó junto a su hija Arianna mientras respondía las preguntas. “Estoy con ganas de llorar, de volver a sufrir, seguir compitiendo bien, de lucharla y ser un jugador duro. Ganar el primer partido de mi vuelta acá en mi país tiene un sabor especial, y más con mi familia alrededor. No me quiero poner cursi, pero estoy otra vez acá por mi familia. Estaba negado y con ganas de largarlo todo”, contó.
“Traté de estar sólido, errar poco y ser agresivo. Pero hoy era un partido aparte, porque sentía que necesitaba esta victoria, no solo por lo que significa en los puntos sino en volver a sentirme un tenista de elite y bien adentro de la cancha. Y realmente me sentí bien. Le pude devolver todos los saques, mantener muy bien el mío y mantenerme sin nervios, que es lo más difícil en esto del tenis”, comentó.
