BUENOS AIRES-. Después de pasar cinco meses aislado en la casa de Gran Hermano, Marcos se reencontró con su padre e hizo a los televidentes vivir un emocionante momento. Cuando Santiago del Moro se lo permitió, el salteño corrió al SUM. Al ver a su padre, el primo se largó a llorar desconsoladamente, y entre lágrimas, se fundieron en un esperado abrazo.
“Te quiero con toda mi alma y con todo mi corazón”, le dijo José a su hijo, quien semanas atrás le había dicho a su hermana Valentina que tenía miedo de haber decepcionado a sus padres. “Todo está perfecto en casa, te traigo saludos de tu mamá, te manda saludos por supuesto Valentina, están todos pendientes de vos en todo momento y en todo lugar”, lo tranquilizó su padre.
Luego, el padre de Marcos le leyó un poema escrito por él mismo. “Cómo se puede demostrar el amor a un hijo simplemente con mirar. Sin embargo muchas veces nos podemos equivocar. Es parte de la vida y del andar, es parte de mi vida, de mi corazón y el pensar. Eres rostro de mi rostro, el cual anhelo abrazar”, comenzó sumamente emocionado José.
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“Quiero decirte que mi amor por ti es afirmar que eres sangre de mi sangre, anhelo de mi alma que suspira por tu bienestar, es un deseo profundo que tengo al caminar. Que llegues a la meta que deseas tocar, que nunca te falte el perseverar, que nunca te falte triunfar. Dios te bendiga hijo mío, que te cuide y no te deje de acompañar. Quiero que sepas, hijo mío, que siempre te he de acompañar”, concluyó José.
Mientras Marcos lloraba y abrazaba a su padre, este le dedicó hermosas palabras: “Te extrañamos hijo y te quiero con todo mi corazón. Fuerza hijo, ánimo, luchá, vencé, valentía. Te queremos tanto, hijo, todos tus amigos te mandan un abrazo, vos sabés que ellos son el tesoro de tu alma también. Estás siendo un ejemplo para todos, siempre sé agradecido, hijo: a esta producción, a todos, a los amigos, al público y yo quiero agradecerte por lo que estás haciendo”.
