ESTADOS UNIDOS.- Diego Schwartzman llegó a integrar el top 10 del ranking ATP por un tiempo y llegó a ser la mejor raqueta de Argentina por más de tres años. Sin embargo, en el último tiempo entró en una meseta que lo hizo descender en el escalafón mundial. Ayer, en el debut en el Masters 1000 de Miami, consiguió una sólida victoria contra Yu Wibing por 7-6 (1) y 6-1 en la segunda ronda.
De esa forma, el Peque comenzó a generar confianza nuevamente luego de llegar a quedarse afuera en esta instancia en Indian Wells y en la primera ronda del Challenger de Phoenix. Ahora mismo apuntará a su próximo rival que será de mayor exigencia: Holger Rune, preclasificado número siete en el torneo, venció a Marton Fucsovics 6-3 y 7-5.
En lo que respecta al partido, el tenista argentino consiguió redondear una sólida presentación en la cancha número cinco. Cerró con dos aces, tres doble faltas, un 76% de eficacia en primeros servicios, que le permitió ganar el 59% de los puntos. El punto clave fue en el segundo, donde ganó el 89%. Tan solo le quebraron una vez y él lo hizo en tres oportunidades, sobre seis posibles.
Dos argentinos menos en el Masters 1000 de Miami
La victoria de Schwartzman fue la única buena noticia para el tenis argentino. Facundo Bagnis le tocó bailar con la más difícil. No pudo hacerle frente a Carlos Alcaraz, que regresó al número uno y defiende el título en el estado de Florida. Perdió 6-0 y 6-2 en la cancha principal, donde el único dato positivo fue que le quebró en una oportunidad el servicio al español.
Por último, Guido Pella no pudo hacer absolutamente nada para vencer a Denis Shapovalov, en lo que fue su segunda presentación en el certamen. El canadiense se llevó la victoria con parciales 6-3, 3-6 y 6-3. El argentino no pudo hacer nada ante un eficiente saque del rival (13 aces y 83% de los puntos ganados con el primer saque) y se despidió tempranamente.
