BUENOS AIRES.- Este jueves en el Estadio José Dellagiovanna, Tigre derrotó 1-0 a Sarmiento de Junín en un encuentro correspondiente a la undécima jornada de la Liga Profesional de Fútbol. Pese al gol de Blas Armoa, todas las miradas se las llevó un posible penal que no fue cobrado por el árbitro Nicolás Ramírez ni fue llamado por el encargado del VAR, Fernando Espinoza.
Las primeras situaciones que generaron revuelo se dieron por Mateo Retegui, quien vio la tarjeta amarilla por una fuerte infracción. Sin embargo, luego volvió a cometer otra falta que podría haber sido sancionada con una tarjeta roja. Eso es lo que reclamaba Israel Damonte, entrenador del Verde, aunque lo hizo de tal manera que el juez principal optó por expulsarlo.
El clima de tensión fue creciendo luego del tanto de Blas Armoa a los 35 minutos del primer tiempo y a partir de allí, las pelotas tardaban en aparecer. Por eso, se terminó añadiendo diez minutos de adición para encarar la recta final del encuentro. Durante esos instantes, Agustín Cardozo tocó el balón con el brazo derecho dentro del área y luego la acomodó con el muslo, pero no hubo caso.
Rápidamente, todos los jugadores de Sarmiento reclamaron que cobraran penal, pero el árbitro declinó el pedido. Mientras que, en el VAR, Espinoza se mantenía sin presentarse. Tras el pitido final, toda la delegación del conjunto de Junín increpó a Ramírez, quien tuvo que salir escoltado por la Policía ante los constantes empujones de los de Verde.
Cruce entre jugador y DT en Sarmiento vs. Tigre
Por otro lado, Emiliano Méndez se cruzó con Diego Martínez. Tras esto, el volante de Sarmiento contó a ESPN: “Si él tenía un poco de dignidad tendrá que pedir disculpas. No dársela de sommelier de buen juego. Él en el partido de Junín dio cátedra de lirismo y dijo que escondíamos la pelota y hacía tiempo y él hizo eso acá. Él me dijo que no hicieron tiempo”.
