BUENOS AIRES.- Pasar de un clásico rival a otro es algo que no comúnmente sucede ya en el fútbol argentino. Sin embargo, recientemente tuvo esa situación con Gerónimo Rivera, quien dejó Lanús y se integró a Banfield. Tuvo su gran explosión en la segunda mitad del 2023, donde forma parte del equipo de Primera con 20 años y dijo en ESPN: “Me pasé a la vereda correcta”.
El futbolista reveló que dio sus primeros pasos en la cantera del Granate, que sacó muy buenos jugadores en los últimos 15 años. Sin embargo, en su caso fue muy cuestionado por los entrenadores por su altura: “Me decían que no podía jugar al fútbol por que era muy chiquito”. Finalmente, este fin de semana por la Copa de la Liga le llegó la revancha.
El futbolista ingresó a los 67 minutos del encuentro, ya con el marcador a favor del Taladro. Logró desequilibrar con sus regates y hasta se animó a juntar el balón con sus pies e intentar hacer un sombrero. Eso generó un tumulto con los futbolistas visitantes. Por otra parte, la fanaticada presente en el estadio Florencio Sola lo ovacionó.
Rivera, aclamado por los hinchas de Banfield
El joven empezó en la Cuarta División del equipo este año, pero su buena performance le permitió dar el salto a la Reserva. Con tan solo un puñado de encuentros alcanzó para que Julio César Falcioni decida llevarlo a la Primera. Ahí tuvo su bautismo de gol en Córdoba en un gol agónico frente a Instituto que le valieron los tres goles.
En diálogo con D Sports Radio, el extremo reconoció que creció bajo la influencia de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, aunque también por Diego Maradona de parte de su padre. Recientemente firmó su renovación del contrato hasta diciembre de 2027 con una cláusula de 20 millones de dólares. ¿Continuará haciendo de las suyas en la cancha?
