El evento de UFC 271 contaba con grandes enfrentamientos en su cartelera estelar y uno de ellos era sin dudas, desde la previa, el choque entre Jared Cannonier y Derek Brunson. El tercero del ranking sabía que estaba ante una oportunidad única en la noche protagonizada por el campeón, Israel Adesanya, y cumplió con su objetivo de noquear a Brunson en el segundo asalto.
La posición de Cannonier en la previa de la pelea era favorable y peligrosa, ya que el luchador es el único del top 5 que no se enfrentó aún con el campeón de la división y una victoria significaría una oportunidad para una pelea titular. Con esto en mente, el oriundo de Dallas no hizo más que cumplir para llevarse la séptima victoria de sus últimos ocho enfrentamientos. En las declaraciones posteriores, el estadounidense pidió una oportunidad titular.
“Oye Dana, quiero ese disparo a continuación. Tengo la siguiente oportunidad. soy yo. ¡Nadie más! ¡Yo!“, expresó en primer lugar el peleador. La petición es lógica debido a sus últimas actuaciones en el peso mediano, además del factor clave de que el peleador aún no enfrentó a Adesanya. Dana White, director de UFC, no se expresó sobre el asunto.
El combate inició un tanto complicado para Cannonier, con Brunson mostrándose agresivo en el intercambio de golpes. En un principio, fueron derribos los que buscó el oriundo de Wilmington, y consiguió dejar en la lona dos veces gracias a esta estrategia. Cerca del final del primer asalto, “The 1” conectó un golpe que tiró otra vez al suelo a su oponente, pero la campana salvó a Cannonier.
En el segundo asalto, las cosas empezaron a cambiar. Con una gran capacidad para restituir sus ánimos y mostrar un desempeño distinto, Cannonier conectó codazos antes de terminar el segundo round que tiraron al suelo a su rival, y este ya no pudo hacer nada más. “Convertí a Blonde Brunson en Blood Brunson como dije que iba a hacer”, señaló luego de su actuación.
