SALTA.- El colapso de un dique de colas mineras en la comunidad de Bolivia, Agua Dulce, en Potosí, contaminó el afluente del río Pilcomayo con residuos mineros y químicos afectando las riberas de localidades adyacentes. Dado el trayecto del río, se espera el impacto de esta contaminación para este fin de semana, en Santa Victoria Este.
En vista de ello, desde la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, tomaron cartas en el asunto a fin de prevenir a los pobladores de la zona, como así también monitorear el nivel del agua y la presencia de los contaminantes, en especial restos de metales pesados.
Este incidente, del cual se desconoce aún las causas, sucede a días de fuertes críticas, tanto desde el gobierno provincial como de legisladores y otros sectores sociales, e incluso se reflotó la idea de abandonar el convenio de reciprocidad y avanzar con el cobro por el servicio de salud a los extranjeros.
La situación, como se sabe, explotó a raíz de la muerte del profesor Benítez, cuyo deceso se debió a la falta de atención médica tras un accidente vial ocurrido en la localidad boliviana de Chapare, donde el docente fue atropellado por un camión.
A las semanas siguientes, en tanto, se produjo otro incidente con una mujer del sur del país que tuvo que pagar una fortuna para ser asistida, lo que enervó aún más los ánimos entre argentinos y bolivianos que, ahora, con este nuevo mal que llega desde el país vecino, vuelve a resurgir los cuestionamientos hacia Bolivia.
Los residuos mineros, según lo informado, desembocaron en el río Pilcomayo, en su alta cuenca. Sobre lo ocurrido, desde Recursos Hídricos se explicó que por el bajo nivel de las aguas la contaminación, que afectó sobre todo los sedimentos del caudal, llegaría a la región argentina recién entre el domingo y lunes próximo.
La rotura del dique, en el que confluyen residuos de la minería artesanal en Potosí, se registró el 23 de julio. Por la situación se culpa a la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), de Potosí, la que mantiene un enfrentamiento interno entre quienes se dedican a esta actividad y los que están a cargo de los ingenios mineros, siendo los responsables del dique colapsado los de éste último grupo.
Masa de lodo
Oficialmente, desde la gobernación de Tarija, se informó que “en el caso de la rotura de un muro lateral del dique de colas de las cooperativas mineras en Potosí, una vez sea subsanado o mitigado el posible daño ambiental, es necesario revisar o analizar las licencias ambientales para evitar futuros problemas similares”.
Además, se reveló que los resultados técnicos de laboratorio de los análisis al agua del río Pilcomayo y, en caso de que haya contaminación minera en el río, se estudiará el inicio de acciones legales contra las cooperativas mineras de Potosí.
Los medios bolivianos, en sus distintos portales, informaron que las comunidades chuquisaqueñas de Poco Poco, Uyuni y Sotomayor fueron afectadas con la contaminación y se teme que los residuos mineros sigan avanzando a más sectores.
Sobre el momento del colapso, los testigos dijeron que una masa de lodo con minerales no recuperados en ingenio y elementos químicos llegó al río de la Rivera y a la quebrada de Tarapaya, que se conecta con el río Pilcomayo. El coordinador del Comité de Defensa del Medioambiente de Comunidades de la provincia Nor Chichas, Gerónimo Herrera, expresó su preocupación debido a que los agricultores son quienes más sienten el impacto de la contaminación minera.
Recursos Hídricos
El secretario de Recursos Hídricos, Mauricio Romero Leal sostuvo que tras conocer lo sucedido con el colapso del dique y la contaminación generada, se dio intervención al delegado nacional al frente de esta situación, Fernando Zárate, funcionario de Infraestructura de la Nación.
Ante el conocimiento de una posible afectación a las aguas que atraviesan Salta, Jujuy y Formosa, se indicó que desde la Comisión Trinacional a cargo de las aguas del Pilcomayo (que integran Argentina, Bolivia y Paraguay), se solicitaron los informes correspondientes al gobierno Plurinacional de Bolivia.
“Al estar el material en el sedimento, tiene que haber caudal para que lo arrastre aguas abajo” y llegue a la provincia, indicó Romero. En base a la velocidad de avance de las aguas y sus sedimentos, se calculó que, en caso de arrastrar la contaminación en el sedimento, esta llegará entre el 7 y 8 de agosto próximos, ingresando por la ciudad fronteriza de Misión La Paz, en Santa Victoria Este.
Los que conocen el comportamiento del río, coincidieron la llegada de la eventual contaminación. Sostuvieron que las sustancias contaminantes quedan la mayoría de las veces adheridas a las rocas, pero con las lluvias esto se diluye y avanza de a poco, en un proceso que a veces puede demandar meses.
A todo esto, la situación generó preocupación en las comunidades ribereñas del Pilcomayo, asentadas en Santa Victoria Este. Amancio Martinez, colaborador de la municipalidad, dijo que ante la eventualidad se prevé una reunión con el intendente Rogelio Nerón de manera urgente. “Acá las primeras que entran al río a pescar son las comunidades”.