CÓRDOBA.- Este mercado de pases Instituto de Córdoba vio conveniente incorporar un delantero centro que tenga capacidad para moverse por los costados. Luego de varias negociaciones, Adrián Martínez fue quien se quedó con el privilegio. El domingo fue el encargado de anotar el 1-0 contra Unión de Santa Fe, en lo que fue el primer tanto del club en su regreso a Primera División.
El punta guarda una historia particular, como las tantas que hay dentro del fútbol argentino. Jamás hizo inferiores y hasta los 22 años no estuvo en el radar del deporte. Fue ahí cuando arrancó en la Primera C sus primeros pasos. Su primer club histórico fue Atlanta, donde fue goleador y lo ayudó a crecer. Sin embargo, un episodio le cambió la vida.
En 2014 estuvo preso por error, tal como se adujo finalmente en la causa. Estuvo siete meses en la cárcel luego de un hecho en el que su hermano recibió tres tiros y peleó por su vida. Por esa razón, vecinos de la zona tomaron “venganza” e incendiaron la casa de los autores de los disparos de armas de fuego. Pero la Justicia se trató que era el futbolista y lo encarceló en la Unidad 21 de Campana.
Su buen rendimiento lo llevó a estar en Libertad de Paraguay, donde tuvo algunos momentos muy altos en cuanto a su rendimiento y respondió con goles. Hoy regresó al fútbol argentino, con mucha presión, aunque se dio el gusto de marcar el primer tanto de la Gloria en la Liga Profesional de Fútbol. Fue un cabezazo letal para estampar el primero de los dos goles que le marcaron a Unión en el cierre del primer tiempo.
Adrián Martínez y un oficio lejano al fútbol
Al mismo tiempo, el jugador reconoció en una entrevista que también pasó por ser un basurero de tiempo completo en Buenos Aires, en una época donde la economía familiar no pasaba por un gran momento. En la actualidad, hoy está en un buen pasar y en uno de los clubes más importantes de la provincia de Córdoba. ¿Seguirán las alegrías y el crecimiento a sus 30 años?
