BUENOS AIRES-. El domingo la casa de Gran Hermano vivió una de las eliminaciones más tensas de la temporada. Con el 52,83 % de los votos frente al 47,17 % de Romina, Alfa fue elegido por el público para dejar el reality. Ni bien Santiago del Moro hizo el esperado anuncio, fuegos artificiales se escucharon desde la calle. “Son los perucas, los peronistas”, expresó Walter mientras caminaba hacia la puerta.
Sin embargo, no se trataba de una manifestación a favor de Romina iniciada por los “peronistas”, como imaginó Alfa, sino de una protesta por mejoras salariales de SATSAID, el Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos. A lo largo del año varios programas han tenido que interrumpir su transmisión debido a las protestas, como LAM o Socios del Espectáculo.
Como todos los participantes, tras dejar la casa de Gran Hermano Alfa debía subir a un Cabify para ir al estudio de Telefe. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, debido a la manifestación tuvo que ser llevado en una combi custodiada por dos móviles policiales y nunca llegó a reencontrarse ni con Santiago del Moro ni con sus familiares.
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Antes de conocerse al eliminado de la noche, Gran Hermano llamó a Alfa al confesionario para dar un último mensaje. “Desde que entré soy el mismo. No soy diplomático, no soy político, no soy busca votos, no busqué complicidades, no puse a nadie bajo mi mandato. Siempre fui sincero. Siempre hice todo como soy. Nunca me escondí detrás de un personaje, nunca me escondí detrás de nada”, expresó.
Durante su turno, Romina dijo: “Dios quiera que la gente me apoye para quedarme, para seguir, para continuar. Sé que es muy difícil porque quedamos muy poquitos y hoy la gente se encariñó con muchos de nosotros. Obviamente me quiero quedar. Siempre me mostré como soy, con mi forma. Y no tengo mucho para decir, realmente. Creo que la gente lo sabe”.
