BUENOS AIRES. Tras celebrar Navidad y Año Nuevo en familia, Tamara Báez y L-Gante fueron un paso más lejos y se fueron de vacaciones juntos. Pese a que este acercamiento encendió los rumores de reconciliación, la influencer negó dicha versión y afirmó que la expareja decidió trabajar en su relación para cuidar de su hija de un año, Jamaica.
En su cuenta de Instagram, Tamara Báez, acostumbrada a compartir su rutina con sus seguidores, reveló que alquilaron una lujosa casa en Sierra de los Padres. La modelo incluso publicó varias imágenes de la vivienda, y aclaró que además de pasar tiempo en la playa en familia, acompaña a L-Gante cuando este tiene que dar algún show.
Cuando las vacaciones llegaron a su fin, L-Gante se fue de gira a Europa, y aunque le ofreció a Tamara Báez acompañarlo, esta se negó. En las últimas horas, la influencer compartió un video en el que se la ve con los ojos hinchados, imagen que asustó a sus seguidores. Estos creyeron que se debía a un ataque de llanto, y enseguida le echaron la culpa al cantante, sin embargo, lejos estaban de la verdad.
Tamara Báez pasó por la guardia
Luego de las especulaciones, Tamara Báez compartió una imagen de la niña que comparte con L-Gante, Jamaica, en la cama a las seis de la mañana, y aclaró que esa era la razón por la que se la veía con los ojos hinchados. “No dormí bien porque Jami estaba así (dando vueltas) a esta hora (6:20 de la mañana)… No estuve llorando”, escribió la influencer.
Sin embargo, horas más tarde Tamara Báez volvió a reportarse con sus seguidores y reveló a través de sus historias de Instagram que sus ojos hinchados no se debían solamente al cansancio de cuidar de una niña pequeña. Tras haber ido a la guardia de la clínica, la influencer compartió una selfie desde el auto y escribió: “Tengo conjuntivitis”.
