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El día que perdió a su abuela y a su tía: la trágica historia que marcó la vida de Fito Páez y que fue retratada por Netflix

La semana pasada la plataforma estrenó El amor después del amor, la serie basada en el reconocido músico.

Fito Páez
Fito Páez

BUENOS AIRES-. El pasado miércoles 26 de abril se estrenó en Netflix la esperada serie basada en la vida de Fito Páez, El amor después del amor. Protagonizada por Gaspar Offenhenden e Ivos Hochman, la ficción repasa la vida del reconocido músico, dándole al público la oportunidad de interiorizarse en ciertos datos quizás no tan conocidos sobre el protagonista.

Uno de los capítulos repasa quizás el momento más trágico en la vida de Fito Páez: el asesinato de su abuela y su tía, las mujeres que lo criaron. El 7 de noviembre de 1986 marcó un antes y después en la vida del músico, ya que se convertiría en el día que un psicópata asesino, que luego se conocería, fue compañero suyo en la secundaria, dejaba nuevamente huérfano al rosarino.

En 1986, mientras Fito Páez se encontraba en Río de Janeiro, Walter de Giusti y su hermano ingresaron a la casa de la calle Balcarce donde vivían Belia Zulema RamírezJosefa Páez, de 76 y 80 años respectivamente. Mientras que a la primera le dispararon en la cabeza, a la segunda le dieron más de 40 puñaladas. Ambas se hicieron cargo de la crianza del músico luego de que su madre falleciera por cáncer de hígado a sus ocho meses. Su padre había fallecido en 1985.

Fito Páez estaba con Fabiana Cantillo cuando recibió la trágica noticia

“El mundo está mal hecho. Hoy me tocó a mí, hace cinco años le tocó a John Lennon. En este momento estoy aturdido, desamparado. Mataron al amor de mi vida, mi abuela”, le dijo Fito Páez a los medios en su regreso al país. Después de un año sin pistas, el caso encontraría a sus culpables gracias a un agente encubierto y a una joven trans.

Infiltrado dentro del universo de la prostitución en la ciudad de Rosario, un investigador de Santa Fé se cruzó con una joven trans que llevaba puesto un collar que le había regalado su novio, Walter, y que además pertenecía a la abuela de Páez. Finalmente, el ex compañero del músico reconoció ser autor del homicidio. Tras perder a sus madres postizas, el rosarino logró canalizar su dolor en su álbum de 1987 Ciudad de Pobres Corazones.

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