BUENOS AIRES.- Desde Asunción seguramente se miró con atención el desempeño de Luis Advíncula, quien no pudo completar los primeros 45 minutos contra Paraguay. Recibió dos tarjetas amarillas tras una infracción a Ramón Sosa, jugador de Talleres de Córdoba, y dejó a la selección de Perú con un jugador menos en lo que fue el empate sin goles entre ambos países. Por este motivo, sonríe Boca.
En dos situaciones totalmente innecesarias, el árbitro del partido le mostró dos veces la tarjeta amarilla y se tuvo que ir a las duchas antes de tiempo. Cambió totalmente la planificación para el entrenador incaico, Juan Reynoso, que tendrá que pensar cómo llevar adelante su reemplazo de cara al próximo encuentro frente a Brasil en condición de local.
La buena noticia para Boca
Luego de confirmarse su expulsión y suspensión por un encuentro para las Eliminatorias Sudamericanas, el entrenador decidió desafectarlo de cara a los próximos encuentros. De esta forma, Jorge Almirón lo esperará con los brazos abiertos para reintegrarse al grupo. Se estima que no estará ante Almagro, aunque sí podría estar entre lunes y martes junto al resto de sus compañeros.
El lateral derecho tuvo un gran crecimiento de la mano del actual entrenador, que lo posicionó como mediocampista por afuera o extremo en algunos encuentros. Eso lo llevó a tener la posibilidad de intervenir en goles del Xeneize. El primero de ellos fue contra Deportivo Pereira, en lo que fue la remontada 2-1 en La Bombonera en la fase de grupos.
También hizo un tanto contra Colo Colo de Chile por la misma fase de grupos y actualmente marcó su tercer tanto contra Nacional de Montevideo en los octavos de final de la Copa Libertadores 2023. Tiene un registro similar al de Rodolfo Arruabarrena, quien anotó la misma cantidad de goles en el año en que Boca fue campeón. ¿Se repetirá?
