SALTA – En los últimos días, el gobernador kirchnerista, Gustavo Sáenz, cobró notoriedad a nivel nacional por sus reclamos a la quita del impuesto al tabaco. En este sentido, usó sus redes sociales para repudiar a un diputado nacional de Salta, y acusarlo de ser el principal impulsor de esta medida que, según él, afectará a miles de salteños.
En este punto, es necesario hacer un paréntesis y hablar sobre la importancia de las redes sociales, de X en este caso. Es que Sáenz usó su cuenta personal para lanzar un mensaje desde allí. Pero en la era 2.0, todo like vale. La interacción, los comentarios, la cantidad de personas que alcanzó. Muchos datos a tener en cuenta que ayudan a medir el apoyo que tiene cada político.
Mucha gente puede estar en desacuerdo de la utilización que se le da a la exTwitter, pero en este sentido, es necesario recordar que, gracias al alcance de esta red, Javier Milei logró convertirse en presidente. Sus propuestas se viralizaron mucho más rápido que por un canal televisivo, un diario o una radio.
Por eso es que cuando decimos que cada like vale, tiene peso, es real. Y si tomamos el último posteo del gobernador Gustavo Sáenz, se puede ver que sólo cien personas reaccionaron a sus críticas. Ni siquiera sus funcionarios más obsecuentes salieron a respaldar el pedido.
Cuando una máxima autoridad hace un reclamo tan importante como este, sus funcionarios, dirigentes y simpatizantes se encargan de hacerlo más visible. No es el caso de Sáenz. El apoyo que él asegura tener en sus funcionarios, en la gente, no se ve reflejado en el escenario más importante de esta nueva era: X.
Gustavo Sáenz ¿Sin respaldo?
Gustavo Sáenz lleva cuatro meses de su segundo mandato y las críticas le llueven por todos lados. Por su gestión, por sus ministros, por las medidas adoptadas en los últimos años, las obras inconclusas. Y ahora, decidió ponerse en contra de tres legisladores que no responden al mismo espacio político. ¿Cómo terminará esta guerra con Nación?
