En UFC 268, Chris Curtis hizo su debut y se desquitó con un gran nocaut en el primer round para vencer a Phil Hawes. Entonces cosechó su primer triunfo en la franquicia, nada más ni nada menos que por aquel camino, y en la noche de ayer por UFC Vegas 44, el peleador oriundo de Cincinnati lo volvió a hacer, esta vez frente a Brendan Allen.
Hasta ahora los números de Curtis conllevan cierto toque de ilusión por un futuro próspero en la franquicia, pese a su avanzada edad para el deporte de alto nivel -34 años-. El luchador llegó a su segundo nocaut en la franquicia en coincidencia con su segunda pelea y victoria luego de haber pasado menos de un mes desde UFC 268. Sin dudas, los golpes de “Action-Man” serán el foco de atención para sus próximos rivales.
Durante el segundo asalto y luego de unos buenos intercambios de golpes, Curtis conectó un derechazo que hizo que su rival pierda la estabilidad y caiga contra la pared de la jaula. En ese momento, una lluvia de golpes cayó encima de Allen, que no pudo hacer más que intentar defenderse de la forma en que le fue posible, pero a causa de los puñetazos conectados por su oponente terminó en el suelo, observando a su rival alzarse con la victoria.
En la entrevista posterior, Curtis explicó las sensaciones que quedaron en él a partir del triunfo conseguido en esta entrega de UFC. “He estado haciendo esto durante mucho tiempo. No tengo un historial excelente. Soy un perro. Todos me despidieron. Brendan me despidió. Phil también hizo un poquito. No necesito que nadie crea en mí”, expresó el luchador a Daniel Cormier.
Con este impresionante triunfo, el peleador consiguió su séptima victoria consecutiva por nocaut, siendo la segunda en UFC y la sexta en este año dentro del marco profesional de las Artes Marciales Mixtas (MMA). Además, llegó así a su triunfo número 27 -15 por nocaut y una por sumisión- y cierra de la mejor forma posible este 2021, en la espera de lo que puede deparar el año que viene para su carrera.
