El próximo 18 de diciembre se llevará a cabo la inesperada revancha entre Jake Paul y Tyson Woodley, debido a la reciente baja de Tommy Fury por una fractura en una costilla e infección en el pecho. Tyson, anteriormente, tuvo que cumplir con su promesa y tatuarse ‘Amo a Jake Paul’ para conseguir una nueva pelea.
El excampeón de UFC buscará redimir su derrota y reputación, ya que su nombre se encontró en boca de todos, con un tono burlesco, por perder contra un peleador con menos experiencia que él. De esta forma, para quitarse el mal sabor de la derrota, Tyson aseguró a través de sus redes sociales que se encuentra entrenando para esta pelea desde octubre.
Sin embargo, el reconocido youtuber, influencer, actor e incipiente boxeador profesional estadounidense no se queda atrás, ya que últimamente se ha visto obligado a defenderse ante los medios de comunicación que compartían las supuestas cláusulas en sus contratos de peleas, en donde se especificaba que quedaba determinantemente prohibido noquearlo durante los combates.
Por lo que tomó la decisión de apostar $500.000 en su contra, afirmando que si Tyson logra derrotarlo mediante un nocaut o un nocaut técnico le pagaría aparte dicho monto en la próxima revancha. Demostrando así que no existe ninguna cláusula y que sus victorias se deben absolutamente a sus grandes hazañas dentro del octágono.
“Es ilegal preparar una pelea u organizar una pelea”, dijo Paul. “Es ilegal tener cosas así porque es un fraude. Hay resultados. No puedes cambiar los resultados de un combate sancionado profesionalmente. Es ilegal. Terminarías en la cárcel. El hecho de que la gente dijera eso, solo queríamos aplastar los rumores”, finalizó el boxeador.