Ciryl Gane llego a UFC 270 como el favorito en las apuestas para derrotar a Francis Ngannou. Sin embargo, Gane no tuvo la mejor de las presentaciones y cayó derrotado ante el camerunés, no solo perdiendo la chance de ser campeón peso pesado, sino que también, su increíble invicto.
Ngannou consiguió la victoria por decisión unánime de los jueces del combate, en el evento estelar de UFC 270. De esta forma, Ngannou logró retener su cinturón y cortar la racha invicta de Gane en artes marciales mixtas. La misma, tenía un parcial de 10-0.
El invicto de Gane era uno de los más impresionantes dentro de la empresa y, además, el más longevo dentro de su división. El mismo se componía de tres luchas disputadas para la empresa TKO y siete combates disputados bajo contrato con la UFC.
Desde su debut, Gane impuso condiciones y se posicionó como uno de los referentes entre los pesos pesados. En esa ocasión, el francés dejó en el camino a Raphael Pessoa de manera dominante, haciendo rendir a su oponente en el primer round.
A partir de allí, nadie pudo frenar a Gane en su meteórico ascenso dentro de la categoría. Rivales como Derrick Lewis, Aleksandr Vólkov y Júnior dos Santos han intentado derrotar a Ciryl, pero la potencia y el poder de finalización del francés fue mucho para ellos.
Cuando se habla del invicto de Gane, no solo se hace referencia a su carrera en las artes marciales mixtas, también se menciona su paso por el Muay Thai. En esta disciplina, Gane logró retirarse invicto, luego de cosechar un total de siete victorias en siete encuentros.
En su paso por el Muay Thai, Gane alcanzó a noquear a cinco oponentes y a llevarse dos luchas por las tarjetas de los jueces. Sumado a esto, también, fue campeón nacional de la AFMT, título el cual pudo defender en numerosas ocasiones entre 2016 y 2018.
La última derrota obtenida ante Ngannou, no significa que todo lo logrado anteriormente por Gane quede opacado. Lo malo para el excampeón interino es que para lograr otra oportunidad titular, deberá volver a ingresar al octágono y salir vencedor en una lucha de contendientes.
