ARABIA SAUDITA.- Se dio a conocer hace instantes que Racing se coronó campeón de la Supercopa Internacional, disputada en el estadio Hazza Bin Zayed, tras imponerse 2-1 contra Boca en horas de la tarde en nuestro país. Sobre el final, el árbitro Fernando Rapallini cobró una mano polémica de Agustín Sández, que derivó en el tanto de Gonzalo Piovi.
El partido parecía irse al tiempo suplementario, luego de mucho esfuerzo de ambas parcialidades por encontrar el segundo gol en un momento en que no existía el mediocampo, solo el ataque y la defensa. Pero los de Fernando Gago no se rindieron y fueron en búsqueda. Con un inquietante Johan Carbonero, lograron llegar a la segunda alegría.
Un disparo del colombiano terminó en un rebote que pasó por el área chica. Jonathan Gómez, quien ingresó en el complemento, fue el encargado de buscar el balón. Trató de impactar pese a la llegada de Agustín Sández. En ese momento, hubo una tapada con el estómago, un toque en la pierna del volante de la Academia y finalmente una mano casual del defensor Xeneize.
El juez del partido miró a su asistente y señaló el punto penal, que llevaba a que Racing tuviera la gran oportunidad de ganarlo. Desde ese momento, las camisetas de Boca rodearon a Rapallini para exigirle explicaciones del fallo que acababa de realizar. Mientras tanto, la cabina del VAR analizaba la situación en caso de llamarlo. Pero no fue necesario.
Gonzalo Piovi, que se había quedado con las ganas de patear en la última tanda que tuvieron entre sí, fusiló a Javier García y decretó el 2-1 final. Sin embargo, el debate en las redes sociales apuntaron a distintas posturas sobre la infracción dentro del área. Algunos jactaron que no debía haber sido cobrado porque se trató de un segundo rebote. Otros, en cambio, prefirieron decir que la Supercopa estuvo bien ganada por la Academia.
