SALTA – A días de una nueva celebración del Día de la Mujer, la ciudad de Salta se vuelve a teñir de rojo con el femicidio de Alejandra Cardozo, una joven mujer asesinada de manera brutal en la zona sudeste, en inmediaciones de la planta de tratamiento de residuos, en la finca San Javier.
El cuerpo de la joven, quien tenía 23 años y una hija de 4, fue hallado el viernes al mediodía. La mujer, según distintas fuentes, apareció maniatada y amordazada, semidesnuda y con evidentes signos de haber recibido varios golpes e incluso, no se descarta que haya sido blanco de torturas.
A la modalidad del crimen, se sumó la historia de vida de la joven, una mujer que criaba a su pequeña hijita, para lo cual trabajaba en un mercado de ropa, en la zona centro de la ciudad, de donde regresaba la noche en que fue asesinada.
La familia relató que perdieron la casa en barrio Justicia, por lo que no tenían donde vivir, así que fueron a parar a un asentamiento a pocas cuadras del basural, donde el padre de Alejandra levantó una casita con pallets, cartones y otros materiales en desuso.
El jueves a la noche, la joven, que volvía de su trabajo, le mandó un mensaje a su padre diciéndole que ya había bajado del cole e iba a casa, sin embargo, nunca llegó, por lo que se encendieron las alarmas, las que finalmente se tiñeron de rojo al día siguiente, cuando un vecino encontró su cadáver.
El impacto fue terrible, pues la víctima presentaba gravísimas lesiones, a tal punto que desde la Unidad Fiscal de Femicidios no informaron aún las causas del crimen, aunque no se descarta que haya sido por asfixia, o bien, producto de los golpes que recibió.
Lo que, sin dudas, llamó la atención es que el asesino la haya dejado maniatada y amordazada, descripción que fue dada por varios vecinos de la zona y que la fiscalía no negó. Esto disparó un sinnúmero de conjeturas respecto al hecho, por lo que no se descarta ninguna hipótesis.
Sospechoso
A medida que la conmoción por el homicidio de Alejandra crecía, surgieron a la par las primeras teorías de lo que pudo haber sucedido, sospechas que rápidamente pintaron el rostro de un novio de la víctima como el principal sospechoso, estado que creció aún más, cuando trascendieron rumores de que se trata de un tipo violento, aunque no hay registro de denuncias en su contra.
Al parecer, el sujeto es celoso y solía acosar a Alejandra, con quien fue visto la noche previa a que apareciera asesinada. Una hipótesis indica que la víctima bajó del colectivo junto a su pareja, sin ningún otro más indicio del rumbo que tomaron.
Una prima de Alejandra sostuvo que el novio de la joven estaría involucrado en el hecho. “Esto no puede quedar así. Mi sobrinita quedó sin su mamá. La pareja de ella la venía amenazando de muerte. Él se drogaba y siempre la amenazaba le decía que le iba a cortar la cara”, dijo.
El padre de Alejandra también pidió justicia por su hija. “Ella trabajaba en un free-shop. Yo recibí el último audio cuando me dijo que se bajaba del colectivo, pero nunca llegó a la casa”, resaltó. “Hay un amigo que contó que la vio por última vez junto a su novio y la saludó.
“Por favor, que se haga justicia, por favor”, rogó la madre de Alejandra, en una marcha, realizada a horas del hallazgo del cuerpo. “Quiero que se haga justicia, porque lo que le han hecho a mi hija no tiene nombre”, exigieron los padres.
