Totalmente acongojada, Lorena, la madre de Alejandra Cardozo, confirmó ayer las graves lesiones que presentaba la víctima. “Mi hija tiene todo el cuerpo quebrado, la mandíbula sin dientes, su carita hundida”, afirmó tras salir de mantener una reunión con la fiscal Mónica Poma, a cargo de la Unidad Fiscal de Femicidios.
Asimismo, los familiares ratificaron que, por el momento, no hay ningún detenido por el brutal asesinado, descubierto el viernes pasado al mediodía, cuando vecinos hallaron el cadáver de la joven en inmediaciones del relleno sanitario de finca San Javier.
No obstante, la familia se mantiene firme en sostener a la pareja de su hija como el principal sospechoso, hipótesis que, según trascendidos, tampoco es descartada por la fiscalía, la que investiga si hubo otros involucrados, dada la envergadura de las lesiones que presenta el cuerpo de la víctima.
En medio de la conmoción por este grave hecho, ocurrido a días de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, la fiscal mantuvo ayer una reunión con los familiares de Alejandra, instancia en la que les comunicó los resultados preliminares de la autopsia y otras diligencias dispuestas en busca de esclarecer el homicidio.
En la oportunidad, los padres de Alejandra fueron informados de los alcances de la Ley Brisa, en relación a la hija menor de la mujer fallecida. Cabe indicar tras la muerte de Alejandra, una nena de 4 años quedó huérfana.
La niña puede percibir una reparación económica, tal cual lo establece la Ley Brisa en este tipo de casos. Esta norma reconoce el derecho a cobrar una suma mensual y a tener cobertura de salud para las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia familiar o de género.
En vista de ello, dese la fiscalía se les brindó a los familiares la información del caso a fin de realizar los trámites legales para recibir dicho beneficio. Al respecto, cabe mencionar que la víctima y sus familiares atraviesan una precaria situación económica.
Alejandra, casualmente, era una de las integrantes de la familia que colaboraba con el sustento de su hija, pues trabajaba en un local comercial ubicado en la zona centro, lugar de donde regresaba el jueves a la noche, cuando fue vista por última vez por algunos vecinos.
En medio de este panorama, de dolor y miseria, la familia tuvo que salir a negar un pedido de ayuda que había comenzado a circular por las redes sociales. En el mismo, un tal “Miguel Rey” comandaba una colecta a base de rifas y otros pedidos de dinero, los que iban a ser destinados a la familia de Alejandra, movimiento que fue negado por los padres de la víctima.
Cámaras de vide
Entre otros de los datos que se conocieron respecto al caso, se destaca el aporte realizado por el empleador de Alejandra, quien le acercó a los investigadores un video tomado por una cámara que posee en su local, imágenes en las que se puede ver a la pareja de la joven, quien la había ido a buscar el jueves a la noche.
Sobre lo ocurrido entre el jueves, la madre contó que, al salir de casa, para ir a su trabajo, no aparentaba nada raro. “Ella atendía un local en el FreeShop, a la noche su papá le escribió para preguntarle si estaba volviendo, ella contestó que estaba volviendo en el colectivo, en el 7D de Justicia. Como no llegaba insistió con otro mensaje y respondió que estaba en camino, pero iba llorando, le preguntamos porque lloraba y ella respondió que estaba bien”, relató.
Respecto al aporte del jefe de Alejandra, dijo que en la filmación “se ve que llega la expareja de hija, que la fue a buscar, la apuró para que cierre el local, yo la veo intranquila en el video, ella como nerviosa saca la ropa del perchero. En el video se ve como ella le entrega su mochila y él le saca el celular. A mí no me caía bien él, es mayor que ella, le dije muchas veces que no me gustaba ese chico”, afirmó.
Una compañera de trabajo de la joven asesinada, en tanto, sostuvo que la pareja de Cardozo se presentó en su trabajo el jueves a la noche. Estaba “en un estado deplorable y totalmente alcoholizado”. Ambos se fueron juntos. “Fue la última vez que la vimos”, sostuvo la testigo que trabajaba en el mismo local.
