BUENOS AIRES-. El lunes 27 de marzo, después de cinco meses de aislamiento, Gran Hermano tuvo su esperada gran final. Entre 20 participantes, Julieta Poggio se quedó con el tercer lugar. Según anunció Santiago del Moro, la bailarina obtuvo el 19.66% de los votos positivos del público. El martes la actriz se presentó en El Debate y repasó su paso por el reality.
Durante su análisis, Julieta reveló a los analistas cómo llegó a ser tan clara durante sus nominaciones. “Fui auténtica, totalmente. Mi única estrategia como jugadora fue pensar todo lo que iba a decir. Lo pensaba todo y me lo memorizaba, lo repetía para no olvidarme nada. Yo quería con mis nominaciones transmitir todo lo que sentía para que la gente lo pudiera ver”, explicó la bailarina.
“Se habló mucho afuera y vos lo hablaste adentro… Me parece que vos estabas muy pendiente adentro, extrañando a tu novio constantemente y es más, has explicado que tenías solo ojos para él, que lo extrañabas en todo tipo de sentido y había gritos que te querían desestabilizar gritándote ‘cornuda’. ¿Cómo lo manejaste?”, consultó Gastón Trezeguet ante la atenta mirada de Lucca desde la tribuna.
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“Los gritos fueron muy difíciles de manejar dentro de la casa porque los entendía claramente. Se me desarrolló el oído”, se limitó a contestar Julieta. “¿Entraste en duda en algún momento? ¿Te desestabilizó algún grito? A veces te querían hacer creer que decían algo que no decían”, insistió Gastón Trezeguet. Firme, la bailarina respondió: “Nunca dudé”.
“Me hacía la cabeza todo el tiempo, es con lo que más luché. Yo jamás dudé de él pero si dudaba de si estábamos bien, si seguíamos siendo novios”, agregó Julieta. La bailarina también recordó sus dudas con el ingreso de su hermana Camila a la casa: “No tuve filtro, le dije ‘¿por qué viniste vos?’. Yo pensaba que eso era una visita, no sabía que se iban a quedar a dormir. Pensé que era un reencuentro y dije ‘me lo tienen que mandar a él, es el que más extraño’”.
