Carlos Damián Saavedra, el mayor de los tres hermanos acusados por el asesinato de Jimena Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017, fue beneficiado con el arresto domiciliario, medida que la defensa, a cargo de los abogados Marcelo Arancibia e hijo, ya habían logrado en marzo pasado para Adrián Guillermo, otro de los hermanos imputados.
De esta manera, el único de los tres acusados que permanece preso es Javier, el menor de los acusados, cuya situación es mucho más complicada, pues en su contra pesa el resultado positivo de un cotejo genético entre su ADN y las muestras recogidas en la escena del crimen.
Los tres hermanos Saavedra, cabe recordar, fueron detenidos el 20 de septiembre del año pasado en el marco de la segunda investigación que la Unidad de Femicidios lleva adelante en busca de esclarecer el crimen de Salas, asesinada a cuchilladas en su casa del barrio San Nicolás, en la localidad de Vaqueros.
El homicidio de Jimena es uno de los crímenes más emblemáticos ocurridos en esta ciudad, al que sucedieron graves tropiezos, entre ellos la detención de Horacio Vargas, un vendedor ambulante a quien se intentó adjudicar la autoría material del asesinato, siendo luego absuelto al llegar a juicio.
A esto se sumó también la acusación contra Nicolás Cajal, viudo de Salas, quien fue acusado y juzgado por el delito de encubrimiento, imputación que la fiscalía, al igual que sucedió con Vargas, no pudo sostener durante el debate, por lo que resultó absuelto.
Tras confirmar ambas absoluciones, la Corte de Justicia ordenó a la fiscalía que reactive la investigación del caso, lo que derivó en nuevas pesquisas. Del resultado de esta tarea, es que fueron detenidos e imputados los tres hermanos Saavedra, a quienes la fiscalía sindica como integrantes de una banda que cometía asaltos en las localidades de Vaqueros y La Caldera.
Para la defensa, en tanto, las pruebas aportadas por la fiscalía, con excepción del cotejo genético, carecen de valor jurídico. Incluso fue más allá y solicitó que se lleve a cabo una contraprueba del estudio de ADN en otro centro especializado en Buenos Aires, medida que la fiscalía rechazó y el juzgado, en consonancia, también se negó a ordenar por entender que el asunto debe ser tratado ya por el Tribunal de Juicio.
En tanto, la defensa se dedicó a recolectar pruebas en favor de los otros dos hermanos Saavedra, tarea en la que tuvo éxito, pues en marzo pasado logró que Adrián Guillermo sea beneficiado con el arresto domiciliario, medida ordenada por el juez Eduardo Barrionuevo, del Tribunal de Impugnación.
No existen riesgos
Respecto a la situación de Carlos Damián Saavedra, la defensa interpuso un nuevo planteo para lograr su arresto domiciliario. Entre los fundamentos expuesto, los letrados realizaron un análisis de las medidas de coerción, la que contrastaron con la frecuente tendencia a dictar la prisión preventiva, sin tener en cuenta las otras medidas de morigeración.
“El encarcelamiento preventivo se decreta sobre la base de la existencia concreta de alguno de los denominados riesgos o peligros procesales, de modo tal que, si su morigeración domiciliaria estuviere condicionada precisamente a que no se verifiquen aquellos, los que obviamente ya se habían tenido por acreditados previamente para decretar el encarcelamiento preventivo, prácticamente no queda margen alguno para poder conceder la morigeración”, afirmó la defensa.
A esto, agregaron que “el excesivo tiempo de detención de su asistido dentro de un sistema carcelario que presenta problemas estructurales de gravedad (hacinamiento, hambre, falta de insumos para la atención de la salud, etcétera), hace que la morigeración del encarcelamiento preventivo se imponga como una solución racional y equitativa en función de la ponderación de los intereses en juego (principio de proporcionalidad)”.
En vista de ello, solicitó el arresto domiciliario, pues la pareja de Carlos Saavedra “acaba de dar a luz, siendo esta misma el único sustento económico por el momento en la familia, no teniendo con quien dejar al cuidado a la recién nacida”.
Estos argumentos, al ser analizados junto a la jurisprudencia del caso, fueron compartidos por la jueza Zunino, quien entendió que la fiscalía ya avanzó con todas las medidas probatorias planteadas, por lo que no existirían razones para mantener el encarcelamiento de Carlos Saavedra, quien, a todo esto, demostró una buena conducta procesal.
En razón de ello, la magistrada terminó por ordenar el arresto domiciliario del segundo de los tres hermanos acusados, con lo cual la acusación que la fiscalía busca sostener para llevar a los tres acusados a juicio, comenzó a resquebrajarse.
