SALTA – Las protestas sociales en Salta captaron la atención de todo el mundo. Incluido el Arzobispo local, Mario Cargnello, que durante la Fiesta de Sumalao, disfrazó una fuerte crítica en contra de las políticas nacionales, que repercuten en todo el país, en una homilía.
Es así que el religioso salteño fue muy duro al hablar sobre el presente de la Argentina y consciente o inconscientemente, usó una frase muy parecida a la que usaba el Padre de la Democracia, Raúl Alfonsín.
Es que durante la homilía en la celebración, el arzobispo salteño sorprendió al meterse en la arena política, pero más llamó la atención y despertó a más de uno cuando dijo: “La pobreza de nuestra patria no es fruto principalmente de la sequía, es fruto de la corrupción y de la mentira. Del robo de la injusticia”. Casi, casi parecida la que usaba Alfonsín en sus apariciones públicas: “En Argentina hay hambre. Pero no porque falten alimentos sino porque sobra inmoralidad”.
Pero su postura política no quedó ahí, ya que en otro tramo de su alocución, reconoció que hay que dejar de lado las “ideologías falsas y deshumanizadoras”. “Debemos sentirnos hermanos, no enemigos. De optar por hacer el bien”, indicó. Estas palabras no pasaron inadvertidas. Pues las protestas y los reclamos en Salta no dan tregua y bien podría entenderse como un mensaje a los funcionarios y a los manifestantes.
Mario Cargnello y un claro mensaje
La homilía de Mario Cargnello fue clara e instó a ambos lados de la grieta a buscar un punto en común entre tanta diferencia, sentarse, bajar las banderas y los escudos. Y poder escucharse. Esto también recuerda las palabras del propio Gustavo Sáenz que dijo que él prefería no hacer “personalismo” entre los ministros pero que gran parte de este conflicto se debía a la falta de diálogo entre los funcionarios y los ciudadanos. “Faltó escucharlos más” dijo el mandatario salteño cuando salió a defenderse de que lo trataran de “represor.
Toda esta paz y la unión entre hermanos que Mario Cargnello quiere promulgar en Salta, se ve desvirtuado por la proliferación de dirigentes políticos que buscan ser la cara visible de un reclamo docente. Eso se ve con frecuencia en las manifestaciones que se llevan a diario en la ciudad Capital.
Pasó con Eduardo Belliboni, el dirigente piquetero que le dio más de un dolor de cabeza al gobierno nacional. Estuvo en Jujuy y luego se llegó por la provincia y al son de “Sáenz basura, vos sos la dictadura”, unión lo que se dice unión entre hermanos como quieren Cargnello no va a conseguir.
Pero la falta de amor al prójimo también está en aquel empresario salteño que se llevó puesto a dos docentes que cortaban una ruta. En el durísimo enfrentamiento entre policías y educadores que noticia nacional hace semanas atrás. La falta de empatía y de interés es lo que hoy reina en la provincia.
El gobierno de Sáenz hizo una oferta salarial, fue rechazada y parece que los canales de dialogo se cerraron. Para los docentes no hay otra alternativa que generar caos en la ciudad. Imposibilitando la libre circulación de aquellos que no son docentes y que tienen obligaciones que cumplir. Y desde el Gobierno acusan a los educadores de ser militantes de organizaciones de izquierda. Hasta ahora, no hay vistas de un arreglo que le ponga fin a esta protesta que ya incomoda hasta a la iglesia de Salta.
