Si bien, los últimos meses del año siempre suelen ser complicados, aún más en materia de seguridad, el 2021 parece decidido a superar cualquiera marca de violencia. Desde octubre pasado, los casos de femicidios, asesinatos y hasta delitos que jamás se registraron en Salta, comenzaron a aparecer.
Este martes, la violencia se hizo presente en Orán, en una vivienda de dos plantas ubicada en calle Lavalle al 100, casi equina España. Allí reside una odontóloga con su hijita de 11 años, con quien cada repite la misma rutina. La profesional salió de casa alrededor de las 7:30 con la pequeña para llevarla a la escuela y luego ir a su trabajo. Al pisar la vereda, sin embargo, nada de eso podría hacer, pues se encontró con cuatro sujetos que apenas la vieron se le fueron encima y la redujeron a golpes.
El factor sorpresa jugó en contra de la odontóloga de 42 años, quien no supo qué hacer. En especial, por temor a lo que pudiera sucederle a su hija, quien vivió momentos de terror al ver que los extraños empujaron a su mamá y se metieron en la casa. Adentro, los delincuentes separaron a la madre de la hija. A la menor, la llevaron a una habitación de la planta alta, donde la maniataron con los cables que arrancaron del teléfono y la mantuvieron encerrada y amenazada para que no gritara.
Abajo, en tanto, quedaron tres de los asaltantes. Uno se mantuvo cerca de la puerta para hacer de “campana”, mientras que los otros dos agarraron a golpes a la mujer, para que dijera dónde estaba el dinero que, por supuesto, ya sabían que había en la casa. Así, a fuerza de golpes a una mujer aterrada, los ladrones se hicieron de un importante botín. En ese preciso momento, sin embargo, hubo un imprevisto. Un vecino de la profesional que había escuchado los gritos de dolor de la odontóloga apareció en escena.
El hombre se acercó hasta la casa, oportunidad en la que pudo ver manchas de sangre en la vereda. Esto le confirmó que algo grave había sucedido, por lo que no dudó e ingresó a la vivienda, pues sabía que otros vecinos ya habían llamado al 911 y era cuestión de minutos para que la policía llegase a la vivienda.
La fuga
Apenas traspaso la puerta de calle, la que estaba abierta, se dio con el asaltante que hacía de “campana”, quien dio la voz de alerta a sus compañeros. Rápidamente emprendieron la fuga. En esa corrida, el vecino se trabó en lucha con uno y prácticamente lo tenía reducido hasta que el asaltante sacó un arma de fuego y le apuntó a la cabeza.
Esa acción fue suficiente para hacer desistir al intrépido vecino, quien lo dejó ir, aunque luego persiguió el auto en el que se fugaban los delincuentes. Si bien eso pareciera que no sirvió de nada, sí fue suficiente para obtener los datos del rodado: un automóvil Renault gris y la chapa patente.
Esta información fue clave para que, horas después, la policía, dirigida por la fiscal penal 1 de Orán Daniel Murúa, lograra la detención de dos de los autores del violento asalto, como así también lograron el secuestro de parte del botín. En tanto, la profesional, que fue auxiliada de inmediato una vez que quedó libre de los asaltantes, se recupera de las lesiones sufridas debido a los fuertes golpes recibidos durante los minutos que estuvo cautiva. Asimismo, la menor recibió contención por parte de un equipo interdisciplinario.
La policía, por su parte, trabaja a destajo para dar con los otros dos asaltantes, quienes ya estarían identificados, lo que se habría logrado de la explotación de las cámaras de video de la zona, la que ayudaron para poder reconstruir el hecho.