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Posible fiasco por los detenidos tras el asalto a una odontóloga en Orán

Más detalles del caso que pone en aprietos a la Policía.

violencia

En los últimos días, surgieron detalles del caso que no dejan bien parada a la policía Orán que intervino en el hecho y logró, en cuestión de minutos, la detención de dos sospechosos que, ahora, parecen no tener nada que ver con el hecho.

Lo que parecía ser un gran avance en el violento asalto sufrido por una odontóloga el martes 7 de diciembre en Orán, comenzó a desvanecerse en los últimos días, cuando el abogado Julio Villalba, defensor de los dos detenidos por el atraco, presentó un pedido para su liberación.
En el mismo, según fuentes judiciales, el letrado habría presentado pruebas y solicitó otras más, las que darían cuenta de que sus clientes no tienen nada que ver con el asalto registrado en horas de la mañana de ese día, en la calle Lavalle al 100, casi esquina España, en la ciudad de Orán.
Como se sabe, en esa mañana, la dueña de casa, una odontóloga y su hijita de 11 años, salían del inmueble para enfrentar la rutina de todos los días, la cual comenzaba con el traslado de la menor a la escuela, tarea que realizaba la misma profesional.
La odontóloga salió de su casa a las 7:30; llevaba a su hija de la mano, cuando en la vereda se encontró con cuatro sujetos que apenas la vieron se le fueron encima y la redujeron a golpes. El ataque inicial fue tan violento que en el piso quedaron manchas de sangre.
La mujer, de 42 años, no supo ni pudo hacer nada, pues los asaltantes no sólo la superaban en capacidad físicas sino también en número. Aterrada, sólo atinó a cuidar a su hija, quien fue arrebatada de sus brazos, una vez que los ladrones estuvieron dentro de la vivienda.
La menor fue a parar a una habitación de la planta alta, donde la maniataron con los cables que arrancaron del teléfono y la mantuvieron encerrada y amenazada para que no gritara, tarea que estuvo a cargo de uno de los cuatro delincuentes.
Otro se quedó de “campana” cerca de la puerta de calle, mientras los dos más violento se encargaron de amedrentar y golpear a la profesional para que dijera donde estaba el dinero que, según datos que manejaban, había en la casa.

Violencia

De esta manera, a fuerzas de golpes y amenazas, en especial contra la menor, los ladrones se hicieron del botín que fueron a buscar o, al menos, una parte de lo que esperaban encontrar. Se trataría de una suma de 200 mil pesos, dinero que embolsaban, cuando apareció un vecino que había salido a ver lo que sucedió debido a los gritos desgarradores de la profesional.
El hombre apenas traspaso la puerta de calle, la que estaba abierta, se dio con el asaltante que hacía de “campana”, quien dio la voz de alerta a sus compañeros, los que rápidamente iniciaron el repliegue, lo que no fue tan sencillo, pues el vecino se trabó en lucha con uno y prácticamente lo tenía reducido hasta que sacó un arma de fuego y le apuntó a la cabeza.

Tras dejarlo ir a cambio de resguardar su vida, el hombre siguió a los ladrones y pudo identificar el auto y la chapa patente, dato que luego entregó a los policías que iniciaron la investigación, la cual parecía ir viento en popa, pues ese mismo día, a los pocos minutos, fueron detenidos dos sospechosos.
La fiscal penal 1 de Orán Daniel Murúa confirmó las detenciones, como así también reveló que se había logrado el secuestro de parte del botín. El anuncio trajo cierta tranquilidad a los oranenses, quienes se mostraron conmocionados por el violento asalto.

Un comerciante

En los últimos días, sin embargo, se pudo conocer que la detención de los dos sospechosos, quienes se trataría de Wilfredo Ríos Flores y Ovando Gutiérrez, se produjo en inmediaciones de la terminal de ómnibus de esa ciudad, lugar al que los policías llegaron con las características físicas de los asaltantes.
Buscaban a uno flaco y también a un gordo. Y los hallaron, aunque ahora está en duda de que los detenidos sean realmente los que participaron del asalto, tanto que el defensor de ambos detenidos solicitó al juzgado que se requiera el registro fílmico de sus clientes en un banco de Bermejo, en Bolivia, de donde retiraron el dinero que llevaban.
Se trata de una suma de 600 mil pesos, plata que llevó a los policías salteños a creer que eran los implicados en asalto a la odontóloga, aunque los números no cierran, pues desde la casa de la profesional, los asaltantes se habrían llevado menos de la mitad de esa suma.
Para explicar la tenencia del dinero en poder de Ríos Flores y Gutiérrez, el abogado presentó documentación de que el primero sería propietario de una ferretería ubicada en la ciudad boliviana de Tarija, mientras que el segundo se trataría de un empleado.
Es más, sostuvo que su cliente viajó a Orán para comprar mangueras de riego, por lo que previamente extrajo el dinero del banco en Bermejo, lo que probó con la presentación de los comprobantes de esa extracción de dinero, como así también destacó que tampoco portaban armas de fuego o algún otro elemento que los hiciera sospechar de una conducta delictiva.
Frente a los planteos de la defensa, que podrían dejar a la policía con las manos vacías, el juzgado espera poder concretar una medida clave para el caso: un reconocimiento por parte de la víctima, diligencia que se realizaría en estos días.