Los días corren en un tiempo frenético y es de esta forma que el siguiente enfrentamiento de Sam Alvey fue confirmado con muy pocos días de antelación. Pero el peleador se muestra confiado en sus posibilidades, y es este ímpetu lo que lo llevó a declarar en la conferencia de prensa del día de ayer que lucharía contra el campeón del peso pesado, Francis Ngannou, si esto fuera necesario.
Brendan Allen sorprendió a todos en esta última semana cuando decidió aceptar la pelea contra Alvey con muy pocos días de preparación, incluso su propio rival no creía ya que fuera posible su presencia en el siguiente evento. En el día de los medios, “Smile’N” contó cómo fue sorprendido por la noticia de que finalmente podría participar en UFC Vegas 47.
“Estaba listo para ir a casa y ver a mis hijos. No mucha gente acepta peleas con una semana de antelación. Brendan es un rey entre los hombres. Estoy tan feliz de que haya dado un paso adelante. Ojalá fuera peor, así que sería un poco más fácil luchar para mí, pero es lo que es”, comentó en primer lugar el peleador acerca de su próximo oponente.
Pero luego el luchador mostró más confianza que nunca y dio un ejemplo de su tenacidad. “Lucharía contra Francis Ngannou si me necesitaran. Realmente espero que no me necesiten. Me conoces, no importa qué clase de peso. Me llamaron y me dijeron: ‘Oye, Brendan lo tomará a las 205’. Le dije: ‘Está bien. Esta vez reduciré menos peso'”, explicó.
Para concluir, Alvey pronosticó que “esta es una pelea que será la Pelea de la Noche. Tiene el potencial de serlo. Lo será. Entiendo dónde estoy en mi carrera ahora mismo. Me encanta el deporte. No estoy loco por los jueces, pero tengo que salir y morder a mi protector bucal y esforzarme mucho por golpearlo, o tal vez derribarlo”.
