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Asesinato en Atocha: ¿Fue defensa propia o hubo exceso de la fuerza policial?

La muerte de un hombre de 39 años en el barrio de Atocha II dividió a los vecinos, pues un grupo asegura que la víctima era un golpeador y se lo tenía merecido, en tanto, que otros opinan que hubo negligencia y responsabilizan a los policías.

Atocha
Asesinato en Atocha: ¿fue defensa propia o hubo exceso de la fuerza policial?
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El asesinato, ocurrido el miércoles pasado, en una casa de la manzana 23 del barrio Atocha volvió a poner los ojos sobre el accionar policial en incidentes violentos, tanto así que ayer desde el Ministerio Público Fiscal de Salta se adelantó que los tres efectivos serán imputados, aunque no se precisó por qué delito.

Lo sucedido, según lo declarado por familiares y vecinos, se registró en horas de la tarde, cuando la víctima, que trabajaba en una carpintería, regresó a casa y se dio con que no había gas en la garrafa para calentar agua y tomar mate cocido.

El hombre, según fuentes policiales, llegó alcoholizado a su vivienda, ubicada a pocos metros del Centros de Salud y de la dependencia policial del barrio San Rafael. La falta de gas puso iracundo al vecino, quien se la agarró con su pareja, generándose una discusión a gritos entre ambos.

Como era de esperar, de los gritos pasaron a la violencia, circunstancias en que el hombre comenzó a golpear a su mujer, escenas que eran presenciadas por una hija de la pareja, quien no se quedó con los brazos cruzados, sino que llamó al 911 de inmediato.

A los pocos minutos, un móvil de la Policía de Salta llegó a la vivienda con tres efectivos, los que tocaron a la puerta. Ante la presencia de la autoridad, el hombre bajó los decibeles, se paró detrás de su mujer, a quien los policías interrogaron sobre lo que sucedía y si había sido víctima de algún episodio de violencia.

Tomando a su mujer como escudo, el hombre descartó cualquier hecho de esa naturaleza y les exigió a los policías que se vaya, circunstancias en que la mujer, al ver que sino hablaba lo haría su hija, reconoció que fue víctima de golpes.

En seguida, el sujeto se refugió en una habitación del interior de la vivienda, tras lo cual los policías, con autorización de la mujer, ingresaron para sacarlo y llevárselo detenido. Al dirigirse a la pieza donde estaba oculto, Miguel Aguirre Suárez, el policía que encabezó la captura, fue sorprendido.

El hombre, que antes de refugiarse tomó un cuchillo, salió del cuarto y le asestó un puntazo al policía, dejándole clavado el arma en las costillas. Ante el ataque y, antes de caer al suelo, el policía alcanzó a sacar su arma reglamentaria, con la cual realizó dos detonaciones.

Disparos

Uno de los disparos, según lo informado alcanzó al hombre, quien también cayó al piso moribundo. Así, de pronto la escena de violencia doméstica se transformó en tragedia, con dos víctimas que luchaban por sus vidas, uno acuchillado y el otro baleado.

Obviamente, los policías que cubrían la retaguardia pidieron la asistencia médica, la que llegó a los pocos minutos. Los dos heridos terminaron hospitalizados en el San Bernardo, aunque el vecino no logró resistir y falleció, mientras el policía parece recuperarse favorablemente.

Ante este episodio, el fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Leandro Flores, se hizo presente en la vivienda, dispuso todas las medidas del caso y solicitó a la jueza de garantías 8 Claudia Puertas la detención de los dos policías de Salta que sobrevivieron al incidente.

La decisión del fiscal, que como dijimos aún no reveló qué delitos les imputará, despertó ayer una fuerte disputa vecinal en las redes sociales, pues muchos repudiaron la detención e imputación penal contra los uniformados, mientras que otro bando lo festejó y acusó a los policías de asesinos.

A favor de los policías, un grupo sostuvo que su accionar fue el correcto y que el efectivo Aguirre Suárez actuó en defensa propia, a lo cual sumaron que aspectos que tienen que ver con el accionar violento del hombre fallecido, sobre quien depositaron toda la responsabilidad de lo sucedido.

A su vez, criticaron a su pareja por haber atacado en distintos medios a los policías, a quienes le debería haber agradecido por intervenir para que no siga siendo golpeada, mientras que por último aplaudieron la actitud de la hija, quien tuvo la valentía de llamar a la policía.

Desde el lado de los familiares de la víctima, incluso de su pareja, Paola Durán, hubo reproches y quejas contra los policías. Dijeron que los efectivos le gritaban a la víctima que se muera, le arrojaron agua y cuando llegó la ambulancia, primero se llevó al policía herido.

La viuda

En un diálogo televisivo, Durán reconoció que hubo una discusión, pero que su marido agarró un cuchillo porque los policías también atacaron y maltrataron, instancias en que escuchó los disparos. También afirmó que la ambulancia llegó tarde y que atendió primero al policía, para luego regresar a buscar a su marido.

“No llegué a ver, estaba en otro lado, yo me di vuelta, mi marido estaba tirado y los policías le pegaban en la cara, le decían ‘vos te tenés que morir hijo de p…’, le tiraban agua en la cara. Yo les decía que no le hagan así y uno me dijo que me callara”, sostuvo la viuda, quien agregó: “yo lo escuché (a mi marido) decir ‘me muero’ y un policía le decía ‘¡morite!’”

En cuanto a la asistencia médica sostuvo que “vinieron primero por el policía, que hacía un show diciendo ‘me muero, me muero’. A mí me tomaban los datos y me decían que ya venía la otra ambulancia”, la que finalmente se demoró más de la cuenta.

Por otra parte, Verónica Cruz, una hermana del hombre fallecido, indicó también a los medios que la pareja tenía antecedentes de violencia y que las peleas eran frecuentes. Al respecto, Durán sostuvo que no solía pelearse, y que la disputa del miércoles fue algo aislado.

Su cuñada, sin embargo, dijo que “ellos vivían peleando, estaban juntos hace más de 17 años, pero no sé si se hicieron denuncias entre ellos, porque como todo matrimonio se peleaban, pero se volvían a reconciliar”. No obstante, dejó en claro que desde la policía nadie le informó oficialmente cómo murió su hermano.

Sin dudas, el caso contiene todos los ingredientes de una Argentina signada por la violencia de género, el consumo de bebidas alcohólicas, la pobreza y un Estado ausente en materia de políticas que permitan mejorar las condiciones de vida.