La joven peleadora Casey O’Neill es uno de los más interesantes proyectos en la división femenina de peso mosca, y en la noche de ayer lo dejó en claro otra vez. Con un duro compromiso frente a una histórica competidora como Roxanne Modafferi, la peleadora de 24 años logró demostrar su habilidad para imponerse finalmente por decisión dividida.
Cuatro victorias consecutivas son las que sumó con esta última actuación la oriunda de Irvine, conformándose como uno de los mejores proyectos femeninos que tiene UFC en sus filas. Con un implacable dominio a lo largo de las tres rondas, “King” consiguió la victoria por decisión dividida con 29-28 en dos tarjetas, mientras que la restante fue la misma puntuación pero a favor de su rival.
Al nombrar a grandes luchadores femeninas, Valentina Shevchenko, Amanda Nunes o Ronda Rousey son los primeros nombres que suelen surgir. Pero Modafferi no se queda atrás en lo que respecta a la historia de las Artes Marciales Mixtas (MMA) profesionales en la división femenina. Por eso, la victoria de ayer significa un gran avance para la joven luchadora.
“Si quieres que sea la mala, yo seré la maldita chica mala. Está claro para mí y para todos, Roxanne puso todo lo que le quedaba en ese campamento. Ella merece todas las cosas buenas después de este deporte, lo que quiera hacer“, declaró posteriormente O’Neill. El plan de juego agresivo de la estadounidense no tuvo oportunidad ante los constantes golpes conectados por su rival.
Con un imponente desempeño en el intercambio de golpes, la efectividad estuvo del lado de la peleadora más joven, pese a que “The Happy Warrior” logró conectar también algunos puñetazos interesantes para que su rival termine sangrando. “Estoy de acuerdo con esa última pelea. Le di todo lo que tenía. Es hora de que pase la antorcha a la próxima generación. Estoy orgullosa de mí misma“, sentenció la experimentada luchadora tras su derrota.