La última pelea de Kyle Daukaus finalizó en un “No contest” luego de que Kevin Holland sufriera un rodillazo accidental en la cabeza que no le permitió continuar con el enfrentamiento. En el día de los medios previo a su combate con Jamie Pickett, el peleador explicó que ya no tiene asuntos pendientes con su anterior rival porque este decidió empezar a competir en las 170 libras.
La noticia de la reducción de peso por parte de Holland circuló durante el último tiempo y la curiosa explicación avivó las llamas: el competidor dijo que todos en la división lo odiaban. Daukaus había obtenido la victoria en un principio pero luego la decisión fue revocada y no le gustó para nada. En diálogo con los medios allí presentes, el peleador explicó que no guarda rencor por aquel suceso.
“Sé que tuve mucha reacción violenta de esa última pelea que tuve con Holland, todo con el ‘sin concurso’ y todo eso, pero sé que tengo que salir y hacer una demostración con cada pelea“, empezó declarando el competidor sobre lo sucedido en aquella noche de UFC Fight Night 193, cuando habría aumentado su récord a 11 victorias.
Luego, Daukaus continuó expresando que se concentra en el próximo enfrentamiento para luego conseguir rivales que le presenten un mayor desafío. “Cada vez que entro allí, estoy tratando de hacer una demostración y solo tratando de dar a luz mi nombre para conseguir cada vez mejores oponentes”, comentó el estadounidense.
Sobre su anterior rival, el oriundo de Philadelphia dijo al final que “estoy bien con la decisión que ocurrió. Todos sabemos lo que pasó y es lo que es. Pero fue a 170, así que me parece bien“. Su paso por UFC hasta ahora es equilibrado, ya que sus únicas dos derrotas como profesional las obtuvo allí, mientras que solo suma una victoria y buscará enaltecer su marca en el próximo desafío.