Connect with us

Hi, what are you looking for?

Elintra.com.arElintra.com.ar

Salta

Sacaron la ropa sucia en la Legislatura y ahora tambiĆ©n apuran el desafuero del senador Sergio “Topo” Ramos

Alcanzado por las esquirlas del escÔndalo en torno a los pedidos para desaforar al diputado Orozco, el legislador rosarino quedó ahora en el ojo de la tormenta. Es que el senador también es buscado por la justicia, donde tiene un juicio pendiente.

Sergio Topo Ramos
Sergio Topo Ramos

SALTA.- Dicen que ā€œlos trapos sucios se lavan en casaā€. Esto, al parecer, estarĆ­a por suceder en la Legislatura local, aunque no por una iniciativa propia, sino porque la mugre ya comenzó a desbordarse y el casero tocó la puerta para que saquen la ropa del cesto. El primero en ser apuntado por el mal olor fue el diputado Gustavo Orozco, aunque en las Ćŗltimas horas, al revolver en el fondo del tacho, encontraron a un viejo conocido: el senador Sergio ā€œTopoā€ Ramos.

Sin dudas, el tiroteo por la situación del legislador de Rosario de la Frontera, quien acumula dos pedidos de desafuero por parte de la justicia provincial, en un caso por el delito de amenazas y otro por acusaciones de tortura, vejaciones y apremios, sacó del hoyo a su colega de la CÔmara Alta, quien dormía el sueño de los justos.

En su primera defensa, ante uno de los pedidos del juzgado de Garantías de MetÔn, que fue reforzado por sendos fallos del Tribunal de Impugnación y de la Sala II de la Corte de Justicia, Orozco optó por minimizar el reclamo del casero y justificó el pedido, que hasta ese momento no se había formalizado, en un ataque político.

El argumento, constituido ya en un latiguillo entre los ocupantes de Mitre 550, no fue suficiente cuando la justicia golpeó nuevamente la puerta, pero ya con un pedido forma de desafuero, firmado por el juez metanense Mario Dislacio, quien lo requería para que rinda cuentas por las amenazas vertidas a un vecino, quien le había cedido una tapia para que haga propaganda política y luego se retractó, al parecer, porque Orozco nunca cumplió con las expensas convenidas.

Tras cartón, y en busca del golpe de gracia, la fiscalía penal de Derechos Humanos apuró la formalización de un pedido similar, correspondiente a hechos de tortura, vejaciones y otros delitos del pasado azul del legislador, quien, lejos de bajarse del caballo, redobló la apuesta y hasta se animó a justificar el supuesto acoso de la justicia en sus aspiraciones políticas.

ComparÔndose con el héroe gaucho, Orozco escenificó el rol de perseguido, pues sus enemigos, quienes hasta 2019 eran sus amigos, temerían que se convierta en el próximo gobernador. En esa vorÔgine, incluso desechó el consejo de algunos asesores que le pidieron una dialéctica mÔs moderada.

Sus argumentos, sin embargo, tuvieron el mismo efecto que las balas de salva: puro humo, por lo que, ante la posibilidad de salir por la puerta trasera, decidió ir por la del costado y pidió licencia para ir a combatir sus cuentas pendientes con la justicia, sin sus fueros, pero con el uniforme.

Antes, y como buen policía, hizo un tiro por elevación a sus colegas de la CÔmara Alta, impacto que dio de lleno en otro legislador rosarino, pero de tierras mÔs cÔlidas, donde abundan la albaca y las carpas. Esta vez la bala no fue de salva, pues el disparo activó otro pedido de desafuero que los vecinos de arriban dormían, sin ninguna vergüenza.

Twitter venenoso

Resulta que, a travĆ©s de la red de Twitter, el diputado se despidió con un mensaje venenoso: ā€œSeƱor Gustavo SĆ”enz, la CĆ”mara puede ser de ustedes, pero no mis principios y valoresā€. Y agregó: ā€œno me voy de aquĆ­. Me ausentó para que nunca se pueda decir que me escondĆ­ en esta cĆ”mara y dar el ejemploā€.

ā€œSiempre decidĆ­ ir ante la Justicia como cualquier ciudadano comĆŗnā€, agregó. Y, para que no queden dudas de su despecho, sostuvo que ā€œmuchos polĆ­ticos tienen causas, espero que todos hagan lo mismo que yo y renuncien a sus fueros por voluntad propiaā€.

El proyectil, como era de esperar, no tardó en impactar en la Comisión de Justicia, Acuerdos y Designaciones de la CÔmara de Senadores, reducto donde algunos senadores, ya de vieja data, hicieron del poder un modo de vida, aún por encima de los gobernadores, a quienes consideran aves de paso.

Uno de ellos, salió al cruce ayer del tiro por elevación de su vecino de abajo y aseguró que, en el primer piso no se esconde a nadie. ā€œTengan la plena seguridad que nosotros a ese tema no lo vamos a esconder. Vamos a tratarlo y analizarlo profundamente. Creo que en un mes mĆ”s ya vamos a estar en condiciones de poder analizarlo, una vez que llegue la documentación. Esto es real y concretoā€, afirmó.

Pero pata que no queden dudas de sus intenciones, las mismas que pavimentan el infierno, uno de los vocales de esa comisión se refirió con mayor firmeza respecto al pedido de desafuero solicitado por la justicia provincial contra Ramos, a quien se lo acusa por un hecho de corrupción cometido en su última gestión como jefe comunal de Rosario de Lerma.

Se trata de una acusación por el delito de peculado, hecho por el cual el juez de Garantías Ignacio Colombo pidió el desafuero del senador para poder llevarlo a juicio por haberse quedado con mÔs de 340 mil pesos, dinero que la provincia remitió para una cooperativa local, la cual nunca recibió un peso de esos fondos.

Sobre este reclamo, tan justo como el enrostrado a Orozco, el joven vocal salió con los tapones de punta y le endilgó la culpa de todo a la misma justicia.

ā€œEstamos esperando la contestación a un pedido de informe para tener mĆ”s elementos del juicio. Se le pidió al Poder Judicial, porque no es una cuestión menor hacer lugar a un pedido de desafueroā€, sostuvo y dejó en claro que esa fue la decisión de los miembros de la Comisión de Acuerdos.

ā€œTenemos que tener los elementos de convicción suficiente y estar seguros que la medida solicitada es acorde al estado del procesoā€, seƱaló en resguardo del senador que atraviesa el juicio por corrupción, como si el asunto se trata de un jury, cuando para nada se trata de eso, error de principiante, Āætal vez?.